El deporte: un arma para vencer al cáncer de mama

Por desgracia, en la vida, existen las guerras. También las batallas. Y luego hay grandes batallas que ganan guerras. En ellas no es necesario utilizar armas de fuego, pero sí de otro tipo: valentía, coraje, garra, fuerza de voluntad, etc. Todo ello es lo que emplearon estas deportistas para vencer la guerra del cáncer de mama y seguir adelante, un ejemplo de superación que sirve para todas.

Sería muy injusto pensar que sólo las mujeres de las que hablaremos a continuación han sido capaces de derribar este muro gigante, pero si es de obligatorio repaso para hacer ver que con una buena mezcla de las armas descritas anteriormente, es más sencillo llegar al final del camino. Es el trabajo de todas.

Como comentábamos, son muchas las deportistas que dieron carpetazo a esta enfermedad durante su carrera deportiva. Algunas también lo hicieron a posteriori, como es el caso de la extenista Martina Navratilova, ganadora de 18 Grand Slam durante su carrera. Tras una revisión anual, a la exjugadora le detectaron la enfermedad. Pero lejos de hundirse, demostró que es posible llevar una vida normal durante todo el proceso. Sin más, la checa corrió un triatlón. El partido más importante de su vida lo consiguió ganar poco después, cuando le comunicaron que había superado la enfermedad.

Fue una estrella de baloncesto en la WNBA y la mayor de las batallas se presentó frente a ella para plantarle cara. Se trata de Edna Campbell, diagnosticada en 2002. Lejos de rendirse, Edna luchó apoyándose en sus seres queridos y logró esquivar el cáncer. Al poco tiempo, regresó a las canchas y volvió a su camino, logrando incluso reconocimientos como el de la jugadora más deportiva en 2003, apenas un año después. Un nuevo ejemplo de superación.

Otra figura digna de reconocimiento es la española Carlota Serrano, Campeona de España de 400 metros valla, entre otros muchos éxitos. La atleta encontró en el deporte y sus seres queridos el apoyo necesario para tirar hacia adelante. No paró de correr y correr durante su enfermedad, hasta donde su cuerpo le permitía. Si algo no borraba nunca Carlota era su sonrisa, ese positivismo que le llevó a seguir dando zancadas y a competir entre entradas y salidas al hospital. Su lucha tuvo recompensa ante la adversidad.

Sin salir de España encontramos a otra gran luchadora. Es el caso de Anita París, que con tan sólo 18 añitos se cruzó de frente ante la adversidad. Su pasión es el fútbol sala, algo que tuvo que dejar un poco de lado para centrarse en el partido más importante de su vida. Un encuentro que consiguió vencer, escalando peldaños hasta alcanzar la Primera división una vez que superó el fatídico cáncer.

No podríamos terminar sin destacar a la atleta jamaicana Noviene Williams-Mills. Su vida dio un giro de 360 grados cuando le diagnosticaron cáncer de mama antes de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Lejos de hundirse, Noviene compitió y ganó la medalla de bronce en 4x400. Un triunfo que le supo a gloria y le brindó la energía y confianza suficientes para conseguir el mayor de los triunfos, superar la enfermedad.

Ellas son un espejo en el que mirarse. Pero no sólo ellas, sino las miles de mujeres que cada día luchan ante este revés de la vida. Muchas encuentran el apoyo necesario en ellas mismas, en sus seres queridos o, como en este caso, en el deporte, un remedio en mayúsculas para este tremendo capítulo de superación personal.