Groenlandia y la Copa que se juega a menos 25 grados
El fútbol regala historias de superación, inhóspitas o casi desconocidas que son dignas de contar. Así se resume la vida del deporte rey en Groenlandia, una isla perteneciente a Dinamarca que cuenta con apenas 60.000 habitantes, pese a que es uno de los diez países con más superficie del mundo, en el que se disputan partidos a 25 bajo cero.
De hecho hasta hace relativamente poco esta práctica se realizaba en los meses estivales y en campos helados o de tierra. No obstante la fuerza del deporte rey es tal que el gobierno groenlandés están inmerso en la pugna por convertirse en una selección oficial, pese a que su primer campo de césped artificial no llegó hasta 2010, en Qaqortoq, avalado por el ex presidente de la FIFA Joseph Blatter.
Si bien es cierto que la isla posee más del 84 por ciento del territorio en estado de congelación y no compite como selección independiente de Dinamarca, como sí lo hace Islas Feroe, quiere llegar algún día a competir con las grandes y lo hace en CONIFA, una asociación de fútbol amateur que no está adscrita a la FIFA y que compite con combinados como el Tíbet, Laponia, Quebec,Sáhara Occidental, Sri Lanka, Padania, donde juega el ex sevillista y valencianista Stankevicius, o Somalilandia entre otros.
Una isla que cuenta con pocos referentes, siendo Jesper Gronkaer el máximo exponente, pues nació en Groenlandia y jugó en equipos como Chelsea, Ajax o Atlético de Madrid, pese a que decidió jugar con Dinamarca disputando incluso dos Mundiales.
Respecto al campeonato local, apodado la Coca Cola GM por razones de patrocinio, se disputa de manera oficial desde 1971 y se divide en tres partes, a fin de evitar incómodos desplazamientos, puesto que allí las carreteras brillan por su ausencia.
En primer lugar se organiza una fase con enfrentamientos según cercanía geográfica, en la que los ganadores pasan a una segunda fase regional y se aumenta la distancia de los desplazamientos. Por último se lleva a cabo la tercera fase, el campeonato nacional en sí.
Hay 16 equipos, tres de ellos de la capital, Nuuk, aunque en el estadio de césped artificial de la ciudad actúan cinco de ellos como locales. Los equipos más lauredos del país, son el capitalino Boldklubben de 1967, actualmente B-67, con 13 títulos y el Nagdlunguaq 1948, de Ilulissat, pero que juega en Nuuk, con 10. Así es el fútbol en Groenlandia, en uno de los lugares más inhóspitos del planeta.
De hecho el B-67 se alzó con el título nacional el pasado domingo, venciendo en la final al N-48 por 1-2. Un encuentro en el que el fútbol supuso una oda a la amistad entre aficiones, con futbolistas que jugaban en pantalones largos y leggins. Un fútbol diferente pero atractivo, con paisajes espectaculares y con una premisa clara, la ilusión de luchar por algún día codearse con la élite del deporte rey.
