LaLiga 2018/19 se estrena con una siesta

LaLiga Santander 2018/19 daba el pistoletazo de salida en Montilivi. Un remozado Girona, con Eusebio a los mandos tras la salida de Pablo Machín rumbo al Sánchez-Pizjuán, recibía al Valladolid, un histórico de la máxima categoría de nuestro fútbol que volvía a la élite cuatro años después con la ilusión de un principiante.

El preparador albirrojo cambió el sistema que había llevado al Girona a ser el equipo revelación de LaLiga 2017/18. Eusebio optó por un 4-3-3, pero la filosofía seguía siendo la misma: equipo compacto que aprovecha sus virtudes a la perfección. Por su parte, Sergio González presentó un once con muy pocas caras nuevas con respecto al equipo que consiguió regresar a Primera. Tan sólo dos fichajes, Alcaraz y Keko, salieron de la partida en Montilivi.

El encuentro comenzó con ambos equipos respetándose sobre el terreno de juego. El Valladolid cedió la pelota al Girona en una clara declaración de intenciones. Ese dominio gerundense provocó un par de disparos de media distancia de Granell y de Borja García que se marcharon rozando la portería blanquivioleta. Aunque la ocasión más clara del primer acto estuvo en las botas del propio capitán albirrojo, pero fue resuelta con una magistral mano de Masip. Jugadores a vestuarios sin goles en el marcador.

La segunda mitad comenzó con la misma tónica con la que terminó la primera, con el conjunto pucelano replegado atrás y donde las jugadas peligrosas brillaban por su ausencia. Más allá de un disparo cruzado de Stuani que se marchó a la derecha de la meta del ex del Barça, el partido agonizaba sin goles en el marcador.

El encuentro comenzó a tener tintes de pretemporada en la recta final, con ambos conjuntos agotados físicamente y sin ritmo ni energía en las piernas. Girona y Valladolid se reparten los primeros puntos en LaLiga 2018/19, que comenzó con una auténtica siesta sobre el verde de Montilivi.