Confianza en Carmelo

El periodismo, y especialmente el deportivo, es una profesión desesperadamente umbilical. Nos gusta ser noticia y que hablen de nostros, y quien diga lo contrario miente. En realidad,  no es algo inherente sólo al periodismo sino que abarca a todas los oficios y personas. Ser reconocido es, desde siempre, una necesidad natural del ser humano. El autobombo no tiene nada de malo hasta que se convierte en obsesión. Como todo. Cuando traspasamos ese límite, cuando el objetivo es aparecer al precio que sea, caiga quien caiga, corremos el riesgo de convertirnos  en meros esclavos de nuestros followers.  Ese nivel de egolatría en el que nuestro trabajo vale tanto como ruido haga; cuanta más repercusión mediática, mejor. Así nos va, en general.
Nada parecido se pretende desde esta ventana por mucho que me lean en primera persona, al fin y al cabo pocas cosas hay más personalistas que un blog. Aquí, desde esta esquinita de ElDesmarque Asturias, fenomenal idea que ha llegado hasta el Principado de la mano de Andrés Maese, se opinará sobre todo del Real Oviedo y de sus casi siempre dinamiteros aledaños, turbulentos, como se ha visto, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad. La idea es escarbar en la actualidad azul para intercambiar pareceres y establecer debate. No hay mayor ambición que la de fijar un punto de encuentro de oviedistas y amantes del deporte en general. Sin más. No busquen adoctrinamiento, que para eso hay que ser gurú. O creérselo. Y no es el caso.
Apuntaré para empezar lo que todo el mundo sabe, o mejor escrito, lo que todo el mundo no sabe: cómo rendirán los fichajes. La mitad de los oviedistas (siendo generosos) que vieron el partido del sábado en Burgos reconocerán a pocos futbolistas más que a Cervero. La revolución ha sido violenta y se ha cambiado a más de la mitad de la plantilla. Es el mismo cuento de todos los años pero con una salvedad: esta vez  existe la sensación de que las cosas se están haciendo bien.
Si no bien, con coherencia, con la coherencia que transmite Carmelo del Pozo, responsable principal de la construcción de la plantilla. Un tipo que pinta serio y trabajador y que acredita una gran experiencia en este asunto. Mano a mano con Granero (desde el céntrico hotel ovetense donde tienen fijada su residencia para todo el año), Carmelo ha ido escrutando el mercado hasta reforzar puesto por puesto el equipo. Hasta donde yo sé, Carmelo ha sido moderado en los contratos: no ha ofrecido más de lo que tiene a cobrar por ahí un jugador de Segunda B. Ha preferido vender proyecto deportivo y sólo ha fichado a quien ha mostrado realmente deseo de jugar aquí.
El equipo pinta bien por la confianza que transmite el director deportivo, pero en realidad es toda una incertidumbre. Normal con tanto nuevo.  Me queda la duda de comprobar cómo reaccionará el equipo en los malos momentos con tan poca sangre asturiana en la plantilla: sólo dos jugadores de 20, demasiado poco.  Habrá que ver porque, aunque suene a tópico, esta debe ser la temporada del ascenso. De lo contrario volverían los problemas económicos.