Tres puntos sobre la bocina

Después de un nuevo tropiezo, el Real Oviedo volvía al Carlos Tartiere en busca de otra victoria y Anquela volvió a dibujar el esquema y el once que le dio resultado en el último partido en casa, donde se consiguió la victoria contra el Albacete. Después de cambiar en el Wanda, el técnico decidió volver a la apuesta de seguridad, apuesta que volvió a dejar de lado después del transcurso del partido. La primera parte fue mala de los azules, mientras que por el contrario, en la segunda lo corrigieron, dándole la vuelta a una situación complicada.

Osasuna entró más metido que los azules en el partido, y ya en el primer minuto pisó área con peligro con una llegada de Fran Mérida por banda izquierda, que salva Javi Hernández con Alfonso ya vencido. El balón fue a saque de esquina, acción en la que llegó el tanto. Alfonso no acertó en la salida, y el balón lo recogió en el segundo palo Unai, que batió prácticamente a placer, sembrando las primeras quejas del Tartiere.

Osasuna se encontró un guion de partido que aceptó cómodamente. Se pertrechó atrás y le dio la pelota al Oviedo, que aceptó el guante, pero no supo profundizar en exceso. Las llegadas peligrosas venían por banda izquierda con apariciones de Saúl y Mossa, pero sin inquietar ni siquiera mínimamente a Rubén. El descanso llegó sin que el Oviedo pudiera hacer daño a Osasuna.

Tras el paso por vestuarios, Anquela no varió el plan y mantuvo la el esquema. Los azules rondaban el área de Rubén, sin poder penetrar, y tuvo que ser Javi Hernández el que probara desde fuera, yéndose el balón desviado por poco. El primer cambio llegó cuando pasaban once minutos desde la reanudación, con la entrada de Ibra en lugar de Forlín para cerrar con cuatro, dibujando un 4-4-2 puro.

El Oviedo comenzó a buscar más el juego directo, con centros desde bandas, poblando el área con dos delanteros más los centrocampistas que apoyaban desde segunda línea. Después de varios balones colgados, un balón envenenado de Tejera a pierna cambiada lo tocó Unai, que volvió a anotar, pero en este caso donde no debía para su equipo. Arrasate decidió frenar el empuje azul y dio entrada desde la batalla táctica a Nacho Vidal, para formar con doble lateral y frenar las llegadas de Mossa.

El cambio de sistema le dio al Oviedo mayor llegada y Joselu e Ibra aportaron un dinamismo necesario arriba. Después de un buen arrastre del primero, Ibra recibió en el espacio y condujo realizando una buena conducción hasta dejar el balón para la llegada de Folch que remató a portería, pero Aridane rechazó cuando el balón iba a portería.

Tras una disputa aérea, Lillo vio la segunda amarilla y fue expulsado, dejando a Osasuna con un hombre menos en la recta final del partido, e impulsando así al Oviedo a por la victoria, algo que también transmitió Anquela desde el banquillo con otro cambio. Aarón entró por Diegui, desplazando a Bárcenas al lateral. Precisamente Aarón tuvo una buena opción tras recibir en corto un saque de esquina, pero Rubén en semifallo rechazó a córner.

Y el balón parado, que había dejado tocado al Oviedo, le dio a los azules la victoria. En una falta a pierna cambiada, Saúl la botó al segundo palo, y el balón se coló por el ángulo. Los azules suman así tres puntos de oro, después de remontar un partido muy complicado.