Punto es punto

El final de año de 2017 fue inmejorable para el Real Oviedo, que quería prolongar esa sensación en el arranque de 2018 y en cierta medida lo consiguió. Por sensaciones sobre todo. En el marcador logró sacar un punto de uno de los campos más complicados de la categoría, en un partido en el que incluso se quedó con ganas de más viendo como fue el guion del mismo.

Este Oviedo ha conseguido encontrar un punto de fiabilidad en el que confiar cada vez que viaja lejos del Tartiere, algo que siempre le costó en las últimas temporadas. En Huesca, el Oviedo comenzó enchufado desde el saque inicial y Diegui Johannesson hacía estragos con sus subidas por el costado derecho. En una de ellas, en el minuto seis, consiguió dejar el balón en la frontal para Rocha, pero el disparo del extremeño se marchó desviado en el primer acercamiento de los carbayones.
El Huesca intentó intimidar mediante Ferreiro, con un disparo después de recoger un balón en el segundo palo, pero se fue arriba y en el 14 llegó la más clara para el Oviedo. Aarón recogió un rechace tras un centro de Diegui y fue derribado en el área, provocando el penalti que chutaría Linares. Remiro adivinó el disparo del aragonés y salvaguardó su portería, viendo así los azules como se les escapaba la mejor oportunidad posible.
El partido era entretenido y transcurría con alternativas para ambos aunque sin ocasiones claras. En el minuto 30 llegó el gol del Huesca en un error de Alfonso. El guardameta se confió y cuando tenía el balón en su poder lo echó al suelo para patear en largo sin darse cuenta de que Álex Gallar estaba detrás de él. El jugador oscense le arrebató el esférico y consiguió introducir el balón en la portería carbayona.
Los de Rubi apretaron en la recta final de la primera mitad y el descanso llegó con un resultado en contra que dejaba sensación de impotencia. Un penalti fallado y un error hicieron que el partido se pusiera cuesta arriba.
Al Oviedo le costó interpretar el paso atrás del Huesca en la segunda parte y no conseguía crear peligro. Se tuvieron que unir dos de los jugadores con más calidad para descolocar la defensa del Huesca y conseguir el empate. Saúl empezó la jugada en la banda izquierda y tras un brillante regate cedió el esférico a Aarón, que entró al área y sentó a los dos centrales antes de batir a Remiro. 
Tras el empate el partido entró en una fase de ida y vuelta con ambos equipos yéndose hacia arriba antes de la recta final en la que el Huesca sí que dio un paso adelante y el Oviedo supo resistir los envites. Los carbayones consiguen un punto de mucho valor teniendo en cuenta como se desarrolló el encuentro y encara otra complicada salida con el ánimo intacto.

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