Los deberes de Anquela

El triunfo con remontada incluida del Real Oviedo sobre el colíder de la competición, el Lugo, ha dado un respiro a los carbayones, que ven como el descenso se aleja a cinco puntos. Gracias a la victoria, los de Anquela han escalado cuatro posiciones en la clasificación para situarse en el undécimo puesto. Sin embargo, ello no ha evitado que firmen sus peores registros desde que volvieron a la categoría de plata.

En la 2015/2016, la primera campaña tras el ascenso cosechado en el Ramón de Carranza, el Oviedo con Sergio Egea al frente se alzaba hasta la octava plaza con 19 puntos después de cinco victorias, cuatro empates y cuatro derrotas en 13 jornadas. Estos números casi se repetían un año después, ya con Fernando Hierro en el banquillo asturiano, pero en esta ocasión le servían para ocupar la segunda posición de la tabla.
Con 20 puntos tras cinco victorias, cinco empates y tres derrotas, los azules peleaban por seguirle el ritmo a un intratable Levante que se marchaba a los 30 puntos. El sueño de luchar por el ascenso a Primera división se esfumaba después de no lograr la regularidad deseada durante el resto del curso, y finalmente Hierro terminaría abandonando la entidad ovetense en detrimento de uno de los técnicos más experimentados de la categoría.
La llegada de Anquela al Oviedo generó mucha expectación. El proyecto y las exigencias eran claras. Sin embargo, los resultados en este primer tramo de la temporada no han sido los esperados. El entrenador natural de Linares es consciente de que la confianza hay que ganársela, y por ello espera que la victoria de esta jornada no sea más que el punto de inflexión para que los asturianos terminen disputando al fin los play off de ascenso a la máxima categoría del fútbol español.