Fernández quiere vender el Sporting antes de fin de año

El máximo accionista del Sporting, José Fernández, a través de su hijo, el vicepresidente Javier Fernández, está próximo a vender la propiedad del club. Según revela El Comercio, tres inversores ya han presentado una oferta para hacerse con el control de la entidad gijonesa. 

Lo anunció Fernando Losada tras las protestas de la jornada Liberad al Sporting. "José Fernández está más cerca que nunca de vender". En ese momento el asesor Losada puso un plazo de dos meses para la resolución de esta situación, y casi 30 días después parece que no iba de farol. En aquel momento dicha afirmación no sentó bien a los máximos responsables rojiblancos, que desde entonces han impuesto una cláusula de confidencialidad para evitar un entorpecimiento de las negociaciones. 
Sin embargo, las conversaciones siguen su curso. Sobre todo, a Javier Fernández, que lidera las gestiones de la venta, le gusta una de las tres propuestas extranjeras que tiene encima de la mesa. Esta originaría, primero, una inyección de capital y, segundo, el traspaso de la propiedad de José Fernández, cuyas acciones rondan un valor cercano a los 4 millones de euros. Con esta hoja de ruta, Fernández podría aceptar una venta pactada a plazos, siempre y cuando el comprador aportara liquidez a su llegada. Se supone, entonces, que en ese momento el nuevo responsable de la entidad gijonesa tomaría el control, dando paso a un cambio completo de las personas que forman el Consejo y desempeñan los altos cargos. 
La proclamación oficial de esta savia nueva, de la que poco o nada se sabe, se produciría en la próxima junta de accionistas que tendrá lugar en diciembre. Para entonces, la familia Fernández quiere tener ya cerrada esta operación, dejando atrás su vinculación rojiblanca tras más de 20 años. 
Descartada la opción del inversor
Ante el buen curso de las negociaciones para la venta del club, los actuales responsables rojiblancos parecen haber descartado la posibilidad de que un inversor aporte capital sin la necesidad de hacerse con la propiedad del club. La delicada situación económica, con una falta de liquidez alarmante, hizo valorar esta posibilidad que ahora se ha desvanecido. Así las cosas, la idea de los Fernández pasa por desvincularse completamente de la gestión del Sporting mediante la venta del club.