Empate de campeón, empate de polémica
Un Barcelona en inferioridad desde el tramo final de la primera parte sobrevivió a lo campeón en un partido intensísimo, disputadísimo. El conjunto de Valverde empató un encuentro épico, alejado de la aparente intrascendencia que la clasificación dictaba para este Clásico. Fue un encuentro grande, de grandes apariciones, de gran polémica y de alegría para casi los dos equipos. Porque si bien el Barça no pudo sacar un triunfo en casa para celebrar su doblete, sí que sobrevivió con un hombre menos durante muchos minutos, sí que se creció a lo campeón con 10, incluso poniéndose por delante en el marcador. Salvaguardó su condición de invicto en circunstancias complicadas. Y muestra de lo satisfactorio del empate fue la felicidad, por la entrega de sus futbolistas, con la que se marcharon los seguidores azulgrana del Camp Nou.
El Barcelona, más allá de Europa, ha sido el gran dominador de los campeonatos de Liga y Copa, y en este partido de Liga, el más clásico, demostró por qué. Porque cuenta con Messi, claro, pero también porque muestra pundonor y orgullo cuando las cosas se tuercen. Solo con esas capacidades se entiende el gran derroche en un partido como el de este domingo.
Sergi Roberto, Suárez y Messi
El Barcelona tuvo un buen arranque cristalizado en un buen gol, con asistencia de Sergi Roberto y gol de Luis Suárez. Fue el jugador de la cantera azulgrana el mejor del Barça en la primera parte, hasta su expulsión. El que más peligro creó, el que más generó. Incluso cuando el Madrid se hizo con la pelota y dominó.
Ya en la segunda mitad, Messi y Suárez tomaron el mando, aliados con una medular crecida en la adversidad. Rakitic y Sergi Busquets se agigantaron en la medular y el argentino hizo el resto. En una jugada originada por la pugna (y falta) de Suárez Messi recogió la pelota en la frontal para hacer lo que sabe, todo. Hasta marcar un nuevo golazo que ponía por delante a un Barcelona con 10.
Los líos de Hernández Hernández
El colegiado canario fue casi el principal protagonista de todos los que estuvieron sobre el césped. Fue el más trascendente, más que Messi, Más que Cristiano, más que Suárez. Porque el árbitro se equivocó para todos los gustos, los dos equipos tienen mucho que reclamarle. El Barcelona sufrió una expulsión rigurosa a Sergi Roberto... sobre todo viendo que dejó sin sanción un plantillazo al gemelo de Bale a Umtiti minutos antes. Eso sí, en la segunda mitad sí debe agradecer al canario que no señalara una falta clara de Suárez a Varane en el 2-1 y también que no pitara penalti en una clara patada de Alba a Marcelo. El caso es que Hernández Hernández castigó a los dos equipos, o los ayudó por igual, según se mire.
Pundonor, a lo campeón
El Barcelona, a pesar del gol de Cristiano, a pesar de momentos complicados sin la pelota en la primera mitad, a pesar de la inferioridad en la segunda, demostró lo que es, demostró que es campeón. El Barça siguió jugando cara a cara al Real Madrid con 10. De hecho, casi mejoró sus prestaciones. Todos los jugadores dieron más de sí desde la adversidad hasta aguantar un partido complicado, intenso, exigente, y celebrar con todo mérito su condición de invicto y, sobre todo, su condición de campeón.
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