De Neymar a Dembélé: un mercado que no se olvidará
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'Pesadilla en Elm Street', 'Pesadilla antes de Navidad', o incluso 'Sólo en casa'. Llámenlo como quieran, apoden este verano del FC Barcelona como les apetezca, pero a buen seguro -me juego mi sueldo- no tendrán buenas palabras para él. El club azulgrana cierra el mercado de fichajes 2017/18 con un pésimo balance en el que sólo lo económico brilla. El fútbol, allá por mayo, pondrá a cada uno en su lugar, pero a día de hoy, la directiva azulgrana vive sus peores momentos.
No terminó la temporada de buena forma. El Real Madrid, máximo rival del equipo culé, levantaría LaLiga Santander y la Champions, mientras que el Barça se haría con la Copa amargada por el adiós de Luis Enrique. La llegada de Ernesto Valverde motivaba al aficionado azulgrana, que creía en un nuevo e ilusionante inicio. Todo cambió a lo largo del verano.
La primera llegada fue la del 'hijo pródigo'. Gerard Deulofeu, señalado como el suplente de Neymar, rápido se hizo con la titularidad. ¿El motivo? La trágica, alargada y negra salida de Neymar Jr. El crack brasileño dejó 220 millones de euros en la cuenta culé pero a su vez dejó un hueco que nadie supo tapar. Bartomeu, desquiciado, nunca supo controlar la situación.
El PSG se llevó a la samba de Barcelona e instalaría una triste melodía en el Camp Nou. Altos y bajos, rumores, idas y venidas; Coutinho, Lemar, Mahrez, Di María, Correa, Dybala... cientos -casi- fueron los nombres relacionados con La Masía. Finalmente, al fichaje de Semedo -casi no lo recordábamos- se sumó el de Paulinho, se esfumó el de Seri, se pagó una millonada por Dembélé (llegado desde el Borussia Dortmund) y, tras llamadas, mensajes y filtraciones, Di María y Coutinho se quedaron a las puertas en el último día de mercado.
A la mala gestión de llegadas, se sumaron las salidas que quedaron por hacerse. Con Munir en el Alavés, Douglas en el Benfica y otros como Samper en Las Palmas, Vermaelen se quedó en Barcelona, Arda también lo hizo e incluso el discutido André Gomes tendrá dorsal.
Pareció el adolescente enamorado que perdía a su pareja. Pareció el triste silencio que queda bajo la lluvia. Sólo fue el 'show' del FC Barcelona en un mercado que, a buen seguro, no se podrá olvidar.
Que ruede pronto el balón, amigos.
