Una semana demasiado agitada para el Athletic

Tras el subidón vivído el jueves noche ante el Barça volvía el Athletic Club a San Mamés casi sin tiempo ni de limpiarse las botas. Con mínimo descanso los leones han recibido este domingo en horario de hamaiketako al Deportivo Alavés en el primer partido liguero del nuevo año. Y se ha notado. Un derbi saldado con empate (0-0) y gracias, ya que las dos mejores ocasiones fueron alavesas. Los de Ernesto Valverde tenían ante sí la posibilidad de meterse en plazas europeas, pero, por H o por B, es un paso que cuesta dar. Esta semana es justo decir que ante el Barcelona el equipo se dio una soberana paliza y que su visitante de hoy es uno de los equipos más incómodos lejos de su casa: ganó en el Camp Nou o empató en el Calderón. Eso hay que valorarlo.

Item mas. Tras el cacareado triunvirato de porteros, la principal noticia es que la lesión de Kepa Arrizabalaga (padece una lesión muscular en el recto anterior del cuadriceps derecho) deja a Iraizoz como único guardameta, al menos durante un mes. Tendrá que subir del filial Unai Simón para acudir el miércoles al coliseo blaugrana, y quién sabe si habrá hasta que hablar con el Levante por Alex Remiro. Vivir para ver.
Porteros aparte la cercanía de los partidos marcaba rotar. Así lo entendió el Txingurri, con un renovado centro del campo (Rico-Beñat), la vuelta de Susaeta como capitán, o la sorprendente improvisación de pasar a Elustondo al lateral derecho ante la acumulación de bajas en defensa y el cansancio de vencer con 9 a los culés. Todo un rompecabezas que, como es habitual en las rotaciones, suele juzgarse en función del resultado final.
El del primer periodo fue un tono monocromático, ante un visitante rocoso que no ha recibido goles en los primeros tiempos de sus diez últimos partidos (siete de Liga y tres de Copa). Así pudimos ver a un Athletic ofensivamente mandón, con Muniain en un papel de líder que debe asumir con naturalidad. A los 7 minutos Aduriz y Raúl García ya prepararon una buena ocasión que atajaba Ortolá. La presión alta permitía robar arriba, dotar de munición a la banda derecha y apretar a un rival que salió tranquilo. Pellegrino quería aguantar el chaparrón, pero fue tan solo la fortuna la que evitó que Laporte marcara en un córner con peinada previa.
Más fresco el Alavés fue soltándose, dígamos tímidamente, ganando balones divididos con un Lehendakari en pleno apogeo, desplegándose a la carrera con los pases del gran Marcos Llorente, pero sin testar a un Kepa que se lesionaba él solo en un saque de puerta. Tuvo que saltar Iraizoz entre gestos de dolor del de Ondarroa, que se fue con una gran ovación. Tiene ángel y la grada le adora, pero lo de los porteros este curso da para un vodevil digno del mejor Miguel Mihura.
El único que disparaba, aunque no mucho, era el Athletic, lo intentó mejor Beñat que Muniain, pero sin embargo la mejor opción la tuvo el Alavés: en pleno relevo de porteros Camarasa disparaba al palo en un uno contra uno ante Gorka generado por una pérdida rojiblanca. Fue la única aproximación babazorra, pero la verdad es que parecía medio gol y les dio alas para acabar achuchando el área vizcaína en el estertor de la primera parte.
Otro inquietante intento de Camarasa marcaba que los de Valverde bajaron un punto a la vuelta, encima la pared del Ogeta seguía férrea. De la misma el técnico metió a San José y a Williams buscando un electroshock en sus chicos, lo que provocó que por fin vieran tarjetas los dos centrales alaveses. Ya les tocaba. Menos se esperaba el error flagrante de Laporte, ¿sigue en 2016 el galo?, que salvaba Gorka in extremis con la muñeca ante Deyverson.
El Alavés había errado las dos mejores ocasiones de la matinal justo antes de cambiar a Toquero e Ibai, que se fueron con la ovación correspondiente de la Catedral, mientras los locales se aferraban ya ciegamente al balón parado. Se incrementaban los córners con Williams desatado, pero no daban rédito (horriblemente sacados) ya que los de Pellegrino defendían de lujo el juego aéreo, mientras por delante Llorente daba un curso de mando y sensatez. Pese al arrebato final bilbaíno no hubo manera de mover el marcador. Se acusó el esfuerzo ante un Alavés pétreo con unos centrales imperiales.
Buena se prepara ahora en Barcelona 
Lo calentito que resultó el choque de ida en la catedral ante el Barça y el posterior ruido mediático augura una noche interesante el miércoles en el Camp Nou (21:15) sin Raúl García ni Iturraspe, ambos sancionados. Ese es el siguiente envite para los de Valverde, que llevan un 2-1 favorable de la ida en Bilbao. La semana se completará con el partido de liga a disputar el sábado en Butarque ante el Leganés (13:00).

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@asismartin