Bonini, 'profe', volvió la locura a San Mamés

Cuando vives en el alambre la cosa va de finales. Tras ganar 'la' del Östersunds FK el Athletic Club se citaba este jueves en San Mamés con el Hertha de Berlín, a priori el teórico máximo rival en el Grupo J de la fase de grupos de la UEFA Europa League, que sin embargo anda últimamente por la vida igual de torcido que los leones.

Da igual. ¿Que llevaban cuatro derrotas seguidas en Europa? Basta con medirte a los de Ziganda para darte un baño de autoestima. La cosa parecía vista para sentencia en el descanso, pero en el día del homenaje al Lucho Bonini sólo podía volver la locura a Bilbao. En una remontada increíble, vía doblete de Aduriz desde los once metros y otro de Iñaki Williams el Athletic superó en el segundo tiempo todo lo que había tirado en el primero.
En el otro choque los suecos se han impuesto en casa al Zorya 2-0, así que ellos ya están en dieciséisavos con 10 puntos, y los bilbaínos, con 8, dependen de sí mismos, les vale con empatar en Ucrania para certificar el pase a las eliminatorias. ¿De fútbol? Hablamos otro día...

Los hombres de Cuco Ziganda, que lucían brazalete negro por el llorado Luis, saltaron al verde con dos caras muy solicitadas, como las de Mikel Rico y Ager Aketxe, quedando peligrosamente en la banqueta pesos pesados como Iturraspe, Susaeta o Raúl García en un día cumbre. Y los que saltaron como fieras fueron los alemanes, que obligaron a Iago a exhibir tres paradas salvadoras en apenas 11 minutos ante remates de Selke y Lustenberger. 
Fue el cimbreante arranque de un primer tiempo para temblar, donde los dos equipos presionaban cada balón, pero los de Pal Dardai parecían tener mucho más claro qué hacer en los últimos metros, bueno, en todos, porque Williams, Córdoba y Lekue lo intentaron, pero sus decisiones eran turbias. En realidad, un día más, la pareja de pivotes vizcaína corría mucho pero brillaba poco y cedía la posesión (46-54%), la luz, la vida, todo.

Ni creaban ni tapaban, lo que hizo surgir el nerviosismo en defensa (socavón en banda derecha) y en la grada, que asistió en medio de un griterío de los miles de 'fritz' al 0-1 obra -de cabeza- del australiano Leckie. Apena decirlo, pero no fue ni sorpresa ni inmerecido, los visitantes no paraban de rematar, de generar 'uuyyyss' y tristeza.
En plena zozobra el Athletic le echó valor, que no fútbol, y Williams fue objeto de un penalti, que Aduriz anotaba por debajo de Kraft, pero tan solo dos minutos después marcaba Davie Selke tras una peinada previa que le permitió remachar a placer. Papelón. Desastre defensivo, coronado con los silbidos de una afición que a tentarse la ropa ante lo que queda.

El Cuco sacó al regreso a Iturraspe y Susaeta para tratar de enmendar el horror vivido, con San José y Aketxe señalados, se dio un paso para presionar más arriba (tras desperdiciar 45 minutos) y la partida se igualó. Llegaron los córners y Kraft tuvo que trabajar por fin, hasta con un intento de gol olímpico de Markel en un bombeo intensivo de esféricos.
De tanta lluvia el colegiado italiano pitó (a los 3 segundos) un nuevo penalti por mano de Langkamp que Aduriz volvía a transformar en el empate con cierta fortuna. Con lo mal que se había pasado ese 2-2 con tanto tiempo por delante resucitó las esperanzas. Raúl García se sumó a la batalla y Daradai no dudó en tirar de Ibisevic. Pero según salía Iñaki Williams salvaba su mal partido machacando una contra espectacular que nació en área vasca. Ya sólo quedaba aguantar, salvador de nuevo Herrerín en el 92' para saborear una noche de locos. La noche de Bonini, el profesor.
Aparcada la UEFA hasta la cita en Lviv del 7 de diciembre, los de Ziganda afrontan siete encuentros antes de volver a tener tiempo para recuperar fuerzas, comenzando por la cita en liga del domingo a las 12:00h, cuando se rinde visita a Riazor con la expectativa de cambiar la triste dinámica ofrecida lejos de Bilbao, donde se ha rascado un raquítico punto de los últimos 15 disputados.