Undabarrena, en la recta final de su recuperación

Iker Undabarrena, que se operaba a finales de marzo en Vitoria por el prestigioso doctor Mikel Sánchez de la lesión de ligamentos de su rodilla izquierda, quebrada ante el Real Valladolid a mediados de febrero en San Mamés, se encuentra en la recta final de su recuperación. De hecho, ya realizara parte del trabajo en el grupo de Ziganda y se espera que en algo más de un mes pueda estar disponible, aunque con las lógicas reservas en este tipo de casos.

Una lesión que le impedía acabar la pasada campaña y que se cruzaba con el final de contrato del talentoso mediocentro, una de las más firmes promesas de Lezama que finalmente amplió su vinculación pese a que otros clubs de la Liga Adelante le tentaban y alguno de postín como el Real Madrid le quería para su filial. En el organigrama técnico del Athletic se confía mucho en el futuro de un volante organizador que había crecido en su debut en la Liga Adelante. Esta temporada puede echar un cable al final en su retorno a Segunda B, con vistas a ubicarse en el playoff de ascenso para impulsarse de nuevo.
El centrocampista de Gorliz, cosecha del 95, sufría ante el Valladolid una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, agravada además por una rotura del menisco interno, que le mantiene en talleres entre seis y siete meses. Undabarrena, de 20 años, era antes de su lesión el sexto jugador con más minutos (1.793) y un fijo en las alineaciones de Ziganda formando pareja en el doble pivote con Mikel Vesga, ahora flamante jugador del primer equipo con Valverde.
El mediocentro, que apuntaba también a la pretemporada arriba junto a Óscar Gil, Yeray, Saborit y el propio Vesga, sólo se había perdido dos encuentros, el de la 14ª jornada frente al Almería en San Mamés, por sanción, y el de la 21ª en Tenerife, por problemas físicos. En dos meses espera de nuevo gobernar la medular del filial junto a Tarsi, reclutado del Real Zaragoza, o Martín Bengoa.