Lucía luce; destellos de Oroz

Mundial de fútbol femenino sub-20. Jordania acogió el fútbol de chicas cadetes y juveniles en el que Corea del Norte se llevó el gato al agua.  Semanas después, la llamada es para aquellas que son juveniles o recién han dejado de serlo.

Se juega en Nueva Guinea-Papua. Al norte de Australia. País unido por su cordón umbilical a la Corona Británica. Independiente, en todo caso, luego de haber sido tarta repartida en trozos para apaciguar la 'gusa' imperialista.  La FIFA está que lo tira. Busca lo exótico de manera ávida. Lleva el fútbol allá donde lo inexplorado y la torre de babel del inglés y las mil lenguas marinas. Unida al continente por Indonesia. A este paso, el próximo Mundial del fútbol que toque se celebrará en el Centro de la Tierra gracias a la febril imaginación del francés Julio Verne.  Se perfora en Islandia. Estadios soterrados y ascensores para bajar a jugar y subir a tomar una bocanada de aire fresco. A partir de las 07:00 de este domingo 13 de noviembre.  Treinta grados allí, en Papua; una metereologia hostil luego de un partido muy gris disputado en La Florida. El enésimo empate de un Portu que no carbura. Goleada inmisericorde de España a Canadá, 5-0. Llama la atención la cifra.  Pero en lo que  al Athletic Club le concierne, dos golazos de la ex del Oviedo Lucía García. El primero, segundo del partido, haciéndose un hueco entre las centrales para golear con el empeine exterior de su pie derecho, haciéndo, así, bueno, fantástico, un centro que le cayó como llovido del cielo.  Estaba ya Maite Oroz sobre el verde artificial cuando Lucía García cerró la cuenta.  Oroz. La navarrica que va bailando jotas con el balón en los pies. Menudo su cuerpo, grácil potrillo, cervatilla, cachorrita de leona que controla con sapiencia la pelota, ágil conduce, entrega allí donde se hicieron los encargos.  Se mueve como si no pesara, leve su ser, pero de ningún modo insoportable.  En el Athletic cose, en Papua lo borda para dar la impresión de que labora de inicio. Que no se los lesione. A los dioses de Oceanía se lo pido, mañanas de gloria en Lezama, tardes de televisor. GOL!!!....Lucía acaba de cerrar la cuenta. Un balón diagonal a la altura de las testas. Se lo traga su marcadora. Pero es ella la que se lo come, control, empeine total de su bota derecha que burla la salida de la portera. Chicharro. Pez que por aquellas aguas no se estila.  Lucía, bigoleadora. Maite Oroz: un máster acelerado para seguir enamorando me. Estoy por ti. Estoy por ti. Estoy por ti. ¿Amistades peligrosas?...No...Lucía García, Maite Oroz, delegación del Athletic que se ha desplazado a Nueva Guinea-Papua para que sus frentes las circunden coronas de flores; para que de sus cuellos cuelguen medallas de guirnaldas orfebreadas por esas gentes que se quedan extasiadas  viendo rodar un balón.  Viajen con nosotros / si quieren gozar / de atractivas islas / y un fútbol ejemplar.
Un artículo de Luis María Pérez, ´Kuitxi´. Periodista, exfutbolista y socio del Athletic Club.

¿Es @Ibra_official? No, es nuestra gran @Luciadelapola17 que se sacó de la manga este espectacular gol con el exterior ante Canadá #U20WWC pic.twitter.com/9aMN0ZwyGp
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) 13 de noviembre de 2016