El Txistu: La esencia de un duelo fraternal, Athletic-Atlético

Mismos socios, mismo escudo, imposibilidad de enfrentarse, intercambio de jugadores. Padre e hijo. Hijo y padre. Quien niegue esa realidad, desconoce todo de la historia del Athletic Club. Durante dos décadas, los socios de uno y otro podían entrar indistintamente a los partidos en Bilbao y Madrid.

San Mamés vivirá esta jornada un duelo fraternal. El tiempo, la historia, mil intereses de manipulaciones por ambas partes y los contextos de una y otra institución, han situado al Athletic Club y al Atlético de Madrid en las antípodas de su propia realidad. Un siglo es mucho tiempo en el futbol pero no tanto como para hacer olvidar las raíces. La esencia. No entraremos. La historia y sus causas darían para un tratado amplísimo.
En otro momento, quizá, recordaremos en esta sección como aquellos estudiantes bilbaínos de principios del siglo pasado crearon una sucursal del Athletic en Madrid. Como aquel germen, durante más de una década, creció bajo el mismo tronco.   Mismos socios, mismo escudo, imposibilidad de enfrentarse, intercambio de jugadores. Padre e hijo. Hijo y padre. Quien niegue esa realidad, desconoce todo de la historia del Athletic Club. Durante dos décadas, los socios de uno y otro podían entrar indistintamente a los partidos en Bilbao y Madrid.   El tiempo ha separado en exceso a lo que supone también un ‘Caso único en el futbol mundial’. Ningún otro caso similar. Casi como un padre y un hijo en la élite y durante más de un siglo.  Athletic Club y At. Madrid, son un mismo nexo. La historia hace historia. Los avatares del futbol y de esta sociedad han separado a dos instituciones a los que les une tantas cosas como las que las separan. Protagonistas de una misma historia. El último: Raúl García Escudero. Le bastó una única temporada, incluso un único partido, el de su debut frente al Getafe, para despejar dudas.
Histórico jugador colchonero, un emblema para la afición del Manzanares. Y uno de los más queridos por la afición bilbaína. Raúl García, corazón de león. Su lucha, su talento, su dejarse la piel en cada partido, ha servido para que Rulo sea la piedra angular que ha unido, aunque falte mucho camino por recorrer, a dos cauces muy antagónicos, que debieran estar y ser, mucho más próximos de los que están.   Es una deuda. Una deuda filial que ambas instituciones tienen con aquellos estudiantes bilbaínos que fundaron la sucursal en Madrid. Su memoria y su recuerdo, no merecen ver a ambas instituciones tan distanciadas. El esfuerzo debiera ser mutuo y por ambas partes. Aunque sea únicamente por ser todos fieles a nuestra propia historia.

Por Iñigo Crespo, periodista y gestor de la cuenta 'Athletic El Txistu': Peña Oficial del Athletic Club.

@athletictxistu