Córdoba, 21 años, ante el reto del OM

Iñigo Córdoba impulsa en el primer equipo del Athletic Club a una saga de futbolistas en su núcleo familiar que encabeza el central de la SD Leioa, Aitor Córdoba y y su hermano menor, que milita en el Juvenil de Honor, también extremo izquierdo, Asier. El león cumple 21 años en plena rampa de lanzamiento cuando completenta su primera temporada en la elite. El OM este jueves es una buena prueba de fuego para reivindicarse.

Iñigo Córdoba, el segundo de los hermanos, el que ha jugado ya en Primera, va tomando vuelo en una campaña muy dura por su peculiar contexto para un debutante. Aunque a fogonazos, ha dado muestras de ser un activo como extremo zurdo, valiente y decidido, sólo debe calmarse en ocasiones para elegir la mejor decisión cuando cose el balón a los pies y levanta la cabeza.
Iñigo avisaba hace poco que tiene una cuenta pendiente con el gol: "Yo no meto, soy un desastre". Los realizadores eran otros en la generación del 97, como Asier Villalibre, ahora cedido en el Lorca. Incluso cruza apuestas con Unai Núñez, que espera también cabecear algún balón a la red: "Ponernos una fecha límite para marcar el primer gol. Uno de los dos mete ya. Si meto yo me invitas a cenar y si metes tú te invito yo. Unai las toca todas, alguna entrará. Está cociéndose”, adivinaba en la revista del club, aunque aún les resta marcar a ambos, impulsados esta temporada desde el filial rojiblanco y con muchos minutos con Ziganda.
Sobre el vestuario del Athletic solo tiene palabras de alabanza: "Hay un gran vestuario. No es que pensara que eran extreterrestres, pero te esperas que puedan ser más chulitos o egocéntricos, y no", subrayaba sobre sus compañeros.