"El futuro del Lemona depende de la salida que dé el club a la situación"
El futuro del Lemona es de lo más incierto. Más allá de su confirmado descenso a Tercera División, el club cementero lleva toda la temporada en una continua zozobra por los problemas económicos que le acucian. Los jugadores no han cobrado nada. Están desmoralizados. Su único resquicio de esperanza ha sido el gran papel en la Copa Federación, que además les ha garantizado unos ingresos. Aunque sean mínimos. Su presencia en la final supone 30.000 euros de premio. Una cantidad que, según explica Alfonso Barasoain, "lo único que hace es que se cobre casi una mensualidad de las 10 que en principio casi todos tienen en contrato, es poca cosa". Ni siquiera la obtención del título, con los 90.000 euros que reporta al ganador, sería una solución. Puesto que solo salvaría tres mensualidades de las diez.
El técnico cementero, en cualquier caso, subraya en Mundo Deportivo que "muchas veces, a parte del dinero que se pueda conseguir, está también el orgullo de ser campeón". "Esta competición la empiezan 70 u 80 equipos y estamos dos en la final. Si no se consigue parece un fracaso, pero otros se han ido quedando en el camino. La única forma de paliar ese 5-0 es hacer todo lo posible para remontarlo", agrega.
La pregunta es directa. A las puertas del último partido con un objetivo en juego, es inevitable pensar en qué será del Lemona cuando acabe esta temporada. ¿Seguirá Alfonso Barasoain al frente del banquillo? "Esos no son planteamientos míos, sino del futuro del club. La hoja de ruta en los fichajes los marca el club, no los entrenadores. Yo tengo contrato hasta que acabe la temporada, a partir de ahí no tengo ni idea de lo que pasará".
El horizonte rojinegro, con o sin el técnico, se presenta muy complicado. "Depende de la resolución que se les dé por parte del club a los jugadores y a los técnicos. Aparte de bajar deportivamente, también se sancionan los incumplimientos económicos. Depende de la salida que le dé el club a esta situación", sentencia.
