¡Viva la madre que te parió, Raül!

Este fin de semana una vez más el genio de Vic ha vuelto a dar una lección de profesionalidad. No salgo de mi asombro cada vez que Raül López o Molist, como prefieran, se lanza a por cada balón perdido al más puro estilo Dennis Rodman.

El talento se tiene en mayor o menor medida, la calidad se trabaja, pero el carácter es lo que marca la diferencia entre un jugador normal y un jugador excepcional.
En el partido contra el Laboral Kutxa , en una acción como la mencionada, Raül se juega su integridad física para recuperar un balón. En el momento se temió por algo grave dado el dolor que se reflejaba en la cara del jugador. Tras una primera inspección no se detectó nada grave y el jugador hizo gala de su carácter y profesionalidad saltando de nuevo a la cancha para llevar al Bilbao Basket a la victoria.
Un jugador normal hubiera guardado reposo desde el primer minuto, pero Raül no dejó al equipo en un momento delicado.
El resultado de dicha entrega, deja la mano hinchada con el consiguiente malestar para el implicado. Pero no había dudas en su cabeza. No sabe hacerlo de otra manera. Sin pensar en consecuencias mas allá de recuperar un balón. Cuando un jugador juega cada balón como si fuera el último del partido, merece toda mi admiración y respeto.  Normalmente las acciones de lucha y pundonor suelen venir de jugadores de escaso talento y que tienen que suplirlo con garra. Pero cuando, como es este caso, un jugadorazo como la copa de un pino, sobrado de calidad, que no tiene nada que demostrar, se entrega como lo hace Raúl es digno de mencionar.
Que tomen ejemplo los jóvenes que quieran llegar a lo mas alto. El BA-LON-CES-TO es algo mas que tiros, rebotes o puntos. Sin los valores que se deben tener para jugar a mi querido deporte, no se llega lejos. Humildad, entrega, sacrificio, son valores que a buen seguro Raül habrá mamado desde su mas tierna infancia donde la Sra. Molist habrá tenido mucho que ver seguramente.
¡Viva la madre que te parió, Raül!
@slotenbilbao