El adiós de Marcelo Bielsa

Y Bielsa se fue como llegó. No ha sido algo que me haya pillado por sorpresa la renuncia y dimisión de Marcelo Bielsa como entrenador del Olympique de Marsella, quien le conoce un poco sabía que no estaba a gusto y el hecho de que todavía no hubiese firmado su renovación me tenía con la mosca continuamente detrás de la oreja sobre el futuro del entrenador rosarino en la Costa Azul.
 

No ha sido una etapa fácil la del argentino en Francia, teniendo que soportar continuas mentiras por parte del consejo de Administración sobre fichajes y jugadores que iban a llegar y que, en realidad, nunca hubo ninguna opción de que se incorporasen a la disciplina del club galo. Aparte de eso, en verano tuvo que convivir con infinitos rumores sobre su paradero sin que el club saliese a desmentir nada, mientras él compaginaba sus vacaciones entre Rosario y Máximo Paz con la visualización de videos sobre jugadores que podrían aterrizar en el equipo francés.
 
Llegó el verano pasado, tras un año sabático en el que no abandonó su pasión por el futbol pero que lo dedicó a su familia después de dos intensísimos años en Bilbao, y tras rechazar ofertas de importantes equipos como el PSG, Roma o el Tottenham. Trabajando humilde y exhaustivamente, analizó y desmenuzó el Olympique de Marsella durante varios meses antes de empezar a trabajar en Francia.
Ya en verano hubo polémica, ya que el club se deshizo del mejor jugador que tenía (Valbuena) y en su recambio no hizo ninguna incorporación, pese a que desde la directiva de la institución se le prometió al técnico una inversión cercana a los 30 millones. Esta fue la primera de las muchas promesas incumplidas que ha soportado Bielsa.
 
Pese a disponer de una plantilla de nivel más bajo que la que había sido incapaz de clasificarse para Europa la temporada anterior, hizo de la necesidad virtud y el Marsella comenzó a desplegar un juego espectacular, el que acostumbran a practicar todos los equipos que pasan por las manos del argentino, maquillando las carencias de la plantilla y haciendo volar al equipo por encima de sus jugadores, característica que Bielsa desarrolla hallá donde trabaje.
 
Deslumbró a Europa y le llevó al liderato de la Liga francesa durante varios meses, una liga que durante los anteriores años había sido comandada de principio a fin por el PSG. Puso en jaque la jerarquía del equipo parisino y pese a que en la recta final se vino abajo, volvió a colocar en el mapa futbolístico internacional al Olympique de Marsella. Tras esta buena temporada el equipo francés se descapitalizó de una manera asombrosa, teniendo en cuenta la mejora que desarrollaron todos sus futbolistas, otro hecho constante en la carrera del argentino, con las no renovaciones y traspasos de los 5 mejores jugadores del equipo. Pese a ello, Bielsa accedió a continuar rechazando así interesantes ofertas de importantes clubes europeos.
 
Uno de los puntos con los que prolongó su estancia en la Costa Azul fue la promesa, incumplida tiempo después una vez más, de que el club se iba a reforzar con jugadores de calidad pese a las importantes bajas sufridas. Los únicos fichajes han sido el de dos jugadores que no han jugado más de 50 minutos en las dos últimas temporadas y que están en un proceso de puesta a punto en el que hasta noviembre o diciembre no van a poder incorporarse al grupo de trabajo junto a los demás jugadores. 
 
Creo sinceramente que el único error que ha cometido es el de haber continuado en el Olympique de Marsella, creyendo las promesas de la directiva que volvieron a quedar en agua de borrajas y rechazando interesantes ofertas. Cansado de esto, Bielsa dimitió el sábado también por el desgobierno que hay en el equipo. Ya que el entrenador rosarino había pactado su renovación con el presidente pero la semana pasada el director general, utilizando según las palabras del dirigente, el poder que le otorga el puesto que ocupa, había querido cambiar la mayoría de los puntos y de las condiciones de la renovación. Hecho que Bielsa no aceptó. 
 
Esto es, si algún día alguno de vosotros es empresario, que no os importe hacer lo que os dé la gana, podréis cambiar las condiciones de trabajo acordadas y si alguno de vuestros empleados decide marcharse, la culpa siempre será del que abandona su puesto sin tener en cuenta lo que provoca dicho adiós.
 
Resulta llamativo que el rosarino contestase a todas las preguntas en la rueda de prensa y que el club se remita a un comunicado en la página web, quedando así demostrado quién tiene algo que esconder y quién no. A esto hay que sumar la marcha el pasado miércoles del preparador físico del equipo y una de las personas de máxima confianza del argentino. Estos días se están leyendo muchas críticas al estratega por la decisión tomada, pero leyendo su carta de renuncia queda bastante claro lo ocurrido.
 
Bielsa, una vez más ha callado la boca de los que le acusaban de dejar tirado al Olympique de Marsella para irse a México al rechazar la oferta de los aztecas a pesar de que le triplicaba el sueldo que percibía en el equipo francés. Esas personas nunca entendieron nada sobre una persona como Marcelo, si no es inexplicable leer las cosas que se leen sobre él después de la decisión que ha tomado. Dimite como entrenador del Marsella por honestidad, esa que hoy en día es prácticamente imposible de ver en un fútbol que se va capitalizando cada día más y por la misma honestidad que le llevó a rechazar al Inter para comprometerse con el por aquel entonces precandidato Josu Urrutia.
 
Es incomprensible leer una crítica para alguien que no toma ventaja ni saca partido de su dimisión pese a lo que muchos auguraban, no dimite ni deja Marsella para beneficiarse de la situación, sino para preservar y mantener esos valores y principios que le han guiado a lo largo de su vida.     
                                                                    
Para terminar, el deseo de que vuelva a dirigir pronto, el fútbol necesita a Bielsa y el argentino también necesita al fútbol. El fútbol no puede permitirse otro año sabático del entrenador sudamericano.   
Por Iker Martínez. Radio Marca Bilbao 

@Iker_MG