Raúl García, un fichaje 'estratégico'

Felicito a Josu Urrutia y a su junta directiva por acometer el fichaje de Raúl García con gran decisión. Ya sé que el Athletic Club es un equipo absolutamente de cantera, pero las añadas no son heterogéneas y por tanto, debemos complementar lo bueno que tenemos adicionando calidad externa.

Por eso me entusiasma sobremanera su incorporación, era un anhelo personal como socio y como entrenador. Yo no entiendo de fobias, solo interpreto y valoro en función de lo observado. Qué un día se explayó con palabras poco alentadoras para nuestro orgullo dejando claro que prefería otras opciones, ni me inmuta. Resulta que en la misma línea se manifestó el otrora jugador rojiblanco Javi Martínez y pasaron desapercibidos sus comentarios. En aquél tiempo había un entorno muy hostil a su alrededor y ya sabemos que es mejor seguir la corriente cuando te estás iniciando en este mundo tan contaminado.
 Por otro lado, me complace su llegada porque ha enterrado el arcaico pensamiento de ciertos socios, aficionados, periodistas, de que no somos un club atractivo para jugadores importantes. Ya ven que sí. Lo que provoca una reacción positiva en ellos son las condiciones y el contexto en ese momento. Se trata de hablar, convencer, vender el producto y, obviamente, una ficha apetecible. Tantear el entorno no da créditos y eso es lo que nos ha pasado con Fernando Llorente, por ejemplo.
 Y en el tema deportivo, ¿qué nos aportará Raúl? Fundamentalmente experiencia, carácter trabajo, calidad y lo más importante, gol. Sus números hablan. Es un jugador que exprime cada acción al máximo y eso en la parroquia rojiblanca se agradece. Tácticamente provoca indecisiones y desajustes en el rival por sus apariciones en segunda línea. Puede actuar en cualquier microzona del ataque. Igualmente, se desenvuelve con naturalidad en puestos de creación si el momento lo necesita. Es competitivo, un profesional.  
 Me imagino su entrada a San Mamés como un monologuista en un escenario; foco de luz, mucho silencio y expectación. Empieza su actuación y dependiendo de sus aptitudes, el público ejecuta su estado emocional. Lo normal es que aplaudan, están ahí para aplaudir y quieren aplaudir. Eso pasará en San Mamés. Ya lo verán.
 
Por Pablo Palacio
Entrenador de fútbol y Socio del Athletic Club
Otro artículo en ElDesmarque Bizkaia de Pablo Palacio: 'Las siete diferencias del Athletic Club en un año'

@jpablopalacio