Salvador Agra: un nuevo rayo en Carranza
Si el Cádiz de Cervera se caracteriza por una forma de atacar, esa es la de la velocidad por bandas. Álvaro García y Salvi representan a la perfección ese estilo, convirtiéndose en dos puñales que suponen un quebradero de cabeza para sus rivales. Es por ello que la dirección deportiva ha buscado en el mercado un futbolista con esas características: velocidad, desborde y desequilibrio. Y ya lo ha encontrado.
Salvador Agra (Vila do Conde, Portugal, 11/11/1991) encaja de principio a fin en ese estilo de juego que propone Álvaro Cervera. Pero no sólo eso. Con Agra, el Cádiz firma un jugador con una experiencia importante pese a sus 26 años. De la cantera del Varzim, equipo del norte de Portugal, debutó en la Liga NOS (Primera división portuguesa) de la mano del Olhanense en la temporada 2011/12.
En su primer año en la élite anotó cuatro goles y repartió cuatro asistencias, y pronto llamó la atención del Real Betis, que lo fichó incluso antes de que terminara el curso. Pero no tuvo suerte en Sevilla. Empezó siendo titular pero perdió protagonismo con el paso de las jornadas hasta acabar cedido en el mercado invernal.
Después de esta corta aventura en LaLiga Santander, Agra pasó de cesión en cesión por el fútbol italiano y portugués, pasando más tarde por hasta cinco equipos: Braga, Coimbra, Nacional, Aves y Benfica. Fue precisamente el conjunto lisboeta el que le dio una nueva oportunidad de triunfar y demostrar el talento que le hizo pasar por varias categorías inferiores de la selección lusa, llegando a ser incluso olímpico.
Velocidad, desborde y golpeo
Tras otra breve estancia en Granada, Salvador Agra llega a Cádiz. Hablamos de un futbolista determinante con espacios. Un extremo que puede jugar en ambos costados, pero que cuyo sitio natural es la banda derecha. Sabe explotar muy bien su aceleración y velocidad en carrera para sacar ventajas ante rivales más corpulentos. Con una técnica más que digna, el luso no rehúye el uno contra uno, otro de los momentos en los que ofrece su mejor versión.
El golpeo es otra de las facetas en las que Agra se hace fuerte. Acostumbrado en su carrera a ser protagonista en todas las jugadas a balón parado, tanto en faltas como en saques de esquina. Posee una potente pierna derecha en la que confía mucho. Quizás demasiado en algunas ocasiones, ya que suele abusar del disparo lejano.
La falta de regularidad ha ido lastrando la carrera y el fútbol de este menudo futbolista (1,66 m), pero ahora se le presenta una oportunidad importante en un entorno favorable para dar un golpe en la mesa.
