Romera premia la fe de un buen Cádiz

El Cádiz no se fue de vacío del Carlos Belmonte en un partido que fue perdiendo injustamente durante muchos minutos. Tomeu Nadal fue el héroe local con varias intervenciones de mérito y ya en la prolongación llegó un tanto de Dani Romera que provocó una explosión de alegría de un equipo que va a más.

En los primeros minutos del partido se veía un Cádiz bien colocado y el juego se desarrollaba normalmente en el campo del Albacete, no tanto por el dominio de los gaditanos pero sí por su capacidad para robar e iniciar las jugadas.

El partido estaba controlado porque los de Cervera no dejaban a su rival pasar del centro del campo, pero no tenía ideas para hacer año en el área manchega. La primera ocasión la tuvo Perea con un lanzamiento con la izquierda en el minuto 18, pero el balón se fue alto desde dentro del área.

La sensación en el primer tiempo es que los visitantes estaban más metidos en el partido. Eran, posiblemente, los mejores minutos de la temporada, al menos fuera de casa. El primer remate de los locales llegó en el minuto 23 con un disparo de Bela a la salida de una falta. Era algo aislado porque los de Ramis no llegaban por mérito del Cádiz.

Perea aparecía mucho y eso era una buena noticia porque se traducía en balones con ventaja para sus compañeros o acercamientos peligrosos y con criterio. Tras un inicio liguero con escaso protagonismo, el albaceteño estaba empezando a ser él mismo.

El Cádiz se estaba mereciendo ir ganando y a la media hora pudo adelantarse con un gran pase de Manu Vallejo a Carrillo, que no fue capaz de superar a Tomeu Nadal en su salida. El equipo de Cervera podía encontrar espacios tras las pérdidas en la medular de su oponente, pero faltaba acierto para convertir eso en un gol.

Carrillo pidió penalti por una mano de Eugeni en el minuto 31, pero el árbitro no lo concedió. Y se pasó de la posibilidad de hacer el 0-1 a ir perdiendo. En una jugada sin aparente peligro Zozulia, en posible fuera de juego, marcó el primer tanto del encuentro en una acción en la que Cifuentes no estuvo nada afortunado.

Todo el buen trabajo se había ido al traste en una jugada mal defendida y tenía que remar contra la corriente una vez más. Pudo empatar antes del descanso con un buen cabezazo de Carrillo a centro de Matos, pero Nadal hizo una gran parada. Marcador injusto según lo visto en los primeros 45 minutos.

El equipo salió del vestuario con la intención clara de empatar pronto y estuvo a punto de hacerlo con otro cabezazo de Carrillo a un centro de Salvi, pero el balón se marchó fuera por muy poco. El murciano estaba negado hasta ese momento, pero no se puede decir que no lo estuviera intentando.

Cervera lo cambió para dar entrada a Lekic en un momento en el que el Cádiz estaba empezando a notar el cansancio y ya no tenía tanto el balón para llegar. Entró Aketxe y lo primero que hizo fue crear peligro con una falta en la que Tomeu Nadal le hizo dos paradones en el rechace a Perea. El Cádiz estaba negado cuando quedaban 20 minutos para el final.

El Albacete hacía lo posible con el otro fútbol para cortar el juego y que las acometidas del Cádiz se espaciaran al máximo. Ya no tenía banda derecha porque Salvi le había dejado el sitio a Aketxe y casi todo se vertía por la izquierda y Manu Vallejo estaba cansado y acalambrado en el tramo final. Había que esperar una genialidad de Perea o un balón parado de Aketxe para, al menos, no salir derrotado en un partido donde había merecido mucho más.

El equipo lo intentó hasta el final de todas las maneras posibles. Ya no estaba fresco, pero tenía arrestos para embotellar al Albacete en su campo y meter el miedo a un campo que cruzaba los dedos para que se mantuviera la injusta victoria de su equipo.

Un cabezazo de Kecojevic rondó el gol, que terminó llegando en el tiempo de prolongación con un taconazo de Romera tras un disparo de Perea. Ahí Nadal no pudo hacer nada y se hizo justicia en un partido donde el Cádiz mejoró mucho su imagen con respecto a las jornadas anteriores.