Mazazo final para seguir sufriendo

Un gol de Malbasic cuando ya parecía que estaba todo resuelto ha obligado al Cádiz a hilar muy fino en la última jornada, en Granada. Lo tenía ganado con un golazo de Perea y un buen trabajo defensivo, pero no pudo mantener la ventaja y se lo jugará todo en Los Cármenes.

El Cádiz estaba muy espeso en el inicio del partido. El equipo tenía ganas, pero en los primeros compases no encontraba la forma de superar a un rival que no parecía muy motivado a pesar de tener alguna remota opción de play off. En cualquier caso, se veía que era un equipo de nivel a pesar de su clasificación.
La iniciativa era amarilla, pero en el primer cuarto de hora no había sido capaz de crear ninguna ocasión. No aparecía Alberto Perea y el juego cadista era muy previsible. Sin espacios no era fácil encontrar a Álvaro y lo más parecido a crear peligro fue un centro de Jona que no encontró rematador.
El partido estaba muy igualado en el primer periodo. El Cádiz sólo inquietaba algo después de algún robo para salir a la contra, pero el Tenerife se acercaba con algún disparo de Acosta y un buen cabezazo de Aveldaño. Cada vez que aparecía Perea pasaban cosas, como un disparo suyo en el minuto 25 que acabó en córner.
En la primera media hora no hubo mucho fútbol, algo previsible en un partido con tanta tensión. A Cervera se le veía enfadado porque el equipo estaba impreciso y con algún error defensivo que le estaba molestando. La posesión era amarilla, pero eso no se estaba traduciendo en nada positivo.
La mejor ocasión llegó en el minuto 38. Un balón interior de Álex lo convirtió en ocasión Jona con una excelente maniobra, pero el cancerbero del Tenerife le negó el gol con una gran intervención. El Cádiz ponía más de su parte para llevarse los tres puntos y en el rival parecía que le valía el empate, como se vio con el hecho de que Dani Hernández, su portero, fuera amonestado por perder tiempo en el primer periodo.
En la segunda parte había que esperar un mayor empuje de los cadistas en busca del gol porque necesitaba ganar y no había hecho muchos méritos para ello. Le estaba dando vida a su oponente con pérdidas en el centro del campo que le daban opciones a un rival que no está falto de calidad. Villar tuvo un disparo peligroso desde el borde del área en el minuto 50, pero por suerte el balón se marchó fuera.
Jona estaba haciendo un buen trabajo y ofreciendo buenos servicios a las bandas. Sólo le faltaba ese acierto en el remate, pero se le veía inspirado y con chispa. El partido se iba abriendo, seguramente mucho más de lo que querría Cervera, pero el balón iba de un área a otra con cierta frecuencia.
En una de esas llegadas se produjo un golazo de Perea. Una excepcional jugada de Álex Fernández, de los mejores del equipo, acabó con un balón suelto al borde del área que acabó en gol con un lanzamiento bestial a bote pronto de Perea. El Cádiz hacía lo más complicado y tenía que confirmarlo en los 25 minutos que quedaban.
El Tenerife hacía cambios para hacer lo que no había hecho hasta el momento y eso le iba a dar más opciones a la contra, pero en los minutos siguientes el equipo no fue capaz de crear peligro y el Tenerife, conforme iban saliendo atacantes del banquillo, iba metiendo a los amarillos en su campo, aunque sin crear mucho peligro.
El Cádiz estaba bien puesto y la figura de Álex Fernández se agigantaba porque lo mismo era el que robaba lanzándose al suelo que le daba pausa al juego con una jerarquía impresionante. Los minutos pasaban y la sensación es que el Cádiz podia sentenciar. Lo tuvo cerca Aitor García en una acción en la que se metió en fuera de juego.
El conjunto de Cervera parecía que no iba a sufrir, pero se desaplicó en una acción aislada y el Tenerife empató con un gol de Malbasic desde fuera del área que dejó helado el Carranza. Un error defensivo que complica el futuro de un equipo que, en esta ocasión, no sacó el mayor rédito al gol marcado.