Adelante en Copa: con Barral todo es más sencillo

El Cádiz CF ha dado otro paso adelante en la Copa del Rey eliminando al Osasuna en un partido en el que ha sido mejor. Con un gol de David Barral fue capaz de doblegar a un equipo recién descendido, que tuvo muy pocas opciones ante un conjunto intenso y en el que no se notaron las bajas de algunos habituales titulares.

La primera ocasión del encuentro llegó en el segundo minuto. Barral puso un balón desde la derecha y Nico, en la izquierda, hizo una buena jugada pero su centro atrás no encontró a nadie para rematarlo. Como casi siempre, era el rival el que tenía la pelota, aunque en los primeros minutos la posesión del Osasuna era en horizontal y sin ninguna llegada.
Al Cádiz le bastaba con cruzar el centro del campo para llegar, al menos, con intención. Como el disparo de Barral a los 10 minutos con la zurda, que salió alto por poco. Era un partido con poco ritmo, quizá porque tampoco lo tenían los muchos suplentes que estaban en el campo. El primer aviso del Osasuna llegó con un remate cercano de Unai García, pero mucho más clara fue la que tuvo Nico Hidalgo a renglón seguido, en el minuto 16, cuando remató arriba un centro de Moha Traoré con el portero ya batido.
Los dos veteranos sobre el campo, Barral y De las Cuevas, eran los que ponían el criterio en sus equipos en el primer periodo. En el Cádiz no terminaba de funcionar la dupla del centro del campo porque ni Abdullah ni Álex estaban muy inspirados. Había que fiarlo todo, como es habitual, a la gente rápida de arriba y al olfato de Barral. El isleño no estuvo acertado en una buena ocasión en el minuto 23, después de haberle robado el balón a Lucas Torró. Su disparo se fue desviado desde dentro del área.
En la primera media hora estaba claro que el que ponía más sobre la hierba para pasar la eliminatoria era el Cádiz. Estaba siendo muy superior y el premio llegó en el minuto 27, cuando precisamente Barral cabeceó a la red un excelente centro de Moha Traoré desde la derecha. No es la primera vez que esta conexión funciona, aunque realmente el de San Fernando se entiende bien con cualquier compañero.
El gol provocó que el equipo navarro saliera de su letargo, pero se exponía a que el Cádiz lo matara a la contra. Sebas Coris y David Rodríguez dispararon con intención pero sin peligro en los minutos siguientes. Los de Cervera iban cogiendo ritmo y cada vez llegaban con más facilidad al área de Manu Herrera. El Cádiz, pese a tener a varios no habituales, era un equipo. No se podía decir lo mismo de su oponente.
Los visitantes tenían que reaccionar y empezaron la segunda parte con las ideas cambiadas. Iban a por el empate y David Rodríguez ya había obligado a Yáñez a intervenir en el primer minuto. Luego fue De las Cuevas quien puso un buen balón, pero su centro se paseó por el área cadista. El Cádiz aguantaba atrás, con la esperanza de poner tierra de por medio en alguna contra.
Con el paso de los minutos el guión no cambiaba. Los visitantes llevaban la iniciativa, pero volvía a ser algo inocente arriba. El Cádiz había convertido el partido en uno muy físico y ahí tenía las de ganar. No era capaz de hacer un segundo gol para acabar con el pleito, pero ponía musculo con Garrido en el centro del campo y buscaba la velocidad de Salvi en lugar de un cansado Moha.
Los navarros peleaban contra el reloj y contra un Cádiz muy serio y con tablas para aguantar la presión de un rival a la desesperada. El equipo no se desordenaba en ningún momento por tener la tentación de ir a por el segundo gol y no sufría en exceso, por más que el Osasuna lo metiera en su área. Realmente, en el tramo final las llegadas con mayor sensación de peligro llegaron por la banda de Nico Hidalgo.
La mejor ocasión antes del final para el Osasuna estuvo en la botas de Kike Barka, pero su compañero Quique no llegó a rematar el centro. La respuesta la puso Salvi con una jugada espectacular, pero Barral no llegó a rematar. Ya la afición se relamía porque veía cerca el triunfo. La cosa olía a fiesta y llegó en la prolongación un penalti sobre Salvi, que estaba haciendo estragos. Barral lo tiró y lo falló, pero ya dio igual porque no había tiempo para más.
 

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