Con Griezmann tampoco hubo gol

Si había alguien que centraba gran parte de las miradas del duelo del Olímpico de Roma, ese era Antoine Griezmann. El francés regresaba al once inicial del Atlético de Madrid tras haber estado sancionado durante los dos últimos partidos y estaba llamado a ser el líder ofensivo del equipo, aunque su regreso no estuvo acompañado del gol.

Ni vio puerta él, ni lo hizo el equipo. Griezmann, concretamente, realizó un encuentro algo gris. Eso sí, siempre participativo, bajando a recibir constantemente, distribuyendo el juego de espaldas, abriendo a bandas e intentado tirar paredes en la frontal, aunque no le terminó de salir nunca su jugada.
Tuvo su mejor ocasión en los primeros minutos, con un zurdazo en el que no encontró portería. Luego tampoco estuvo fino en el rechace de la clara ocasión que dispuso Koke, cuando Manolas sacó el balón sobre la línea de gol. No hizo un mal partido, pero sí estuvo algo por debajo de lo que se espera de él.
Y es que el Atlético de Madrid, un año más, vuelve a necesitar gol. Se quedó a cero en Mestalla, donde dispuso de varias ocasiones para abrir el marcador, y se ha vuelto a quedar sin ver puerta en el Olímpico de Roma tras un duelo en el que acumuló innumerables ocasiones, de todos los colores. Griezmann sí volvió, pero el gol se hace de rogar.