Vence, pero no convence a nadie
El Real Madrid consiguió este martes una victoria (2-1) ante el modesto Viktoria Plzen en la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions League. El conjunto blanco volvió a estar lejos de su mejor nivel y no logró convencer a su afición acerca de una reacción a tan sólo cinco días del Clásico ante el Barcelona en el Camp Nou. La figura de Julen Lopetegui no recuperó credibilidad -incluso se podría decir que la perdió- a pesar de sumar los tres puntos.
Tenía que inventarse algo, retocar el equipo, tras la desastrosa derrota del sábado ante el Levante y así lo hizo Lopetegui, que sentó a Asensio y Varane y apostó por Lucas Vázquez en el lateral derecho, pero ni el experimento le salió bien -Lucas Vázquez sufrió lo indecible en el lateral- ni sus jugadores franquicia consigueron de nuevo dar su mejor nivel.
Lejos están Kroos, Modric, Casemiro, Nacho, Ramos, Isco o Marcelo de su mejor nivel, y lejos parece estar el técnico de encontrar una solución a corto plazo.
Y el aficionado madridista lo nota y se echa las manos a la cabeza al pensar cuánto sufrirán el próximo domingo si este martes no han tenido agallas de golear a un equipo que celebró su derrota -sí, la derrota- con vuelta de honor al Bernabéu. Baste este detalle para que todo aquel que no vio el partido caiga en la cuenta de lo acontecido sobre el césped.
Lo cierto es que el Real Madrid se encamina hacia el abismo y no parece que haya un plan para evitarlo. Lopetegui lo sabe y se aferra a ello... al menos hasta el domingo.