Oumar Diakite, futbolista contra viento y marea

El CD El Palo presentó este viernes a su último fichaje. Se llama Oumar Diakite, tiene 20 años y nació en Costa de Marfil. Hasta ahí todo normal. Una perla africana internacional con las categorías inferiores de su país recala en San Ignacio para ganarse la vida con el fútbol. Lo especial de su fichaje es que Diakite, o simplemente Oumar, llegó a España cruzando el estrecho en una zodiac junto a otras 37 personas. Su historia esconde la de otros muchos inmigrantes africanos que ponen su supervivencia en peligro por el mero hecho de perseguir sus sueños y de luchar, contra viento y marea, por una vida mejor.

En el caso de Diakite, su vehículo y destino es el fútbol, lo que mejor se le da. Llegó a la península desnutrido y sin apenas ganas de nada. Mali, Mauritania o Marruecos fueron algunos de los países que el marfileño tuvo que cruzar a pie hasta llegar a España. Huía de la de la persecución a la que le había sometido la Federación de Fútbol de Costa de Marfil por cuestiones políticas y económicas y por el fallecimiento de su padre, una difícil situación futbolística y familiar que afrontó dejando su Beoumi natal y recorriendo andando medio continente negro. En Alhucemas, Marruecos, se subió a una zodiac sin tarjeta de embarque y sin destino definido. Y el 30 de diciembre de este pasado año pudo llegar a territorio español tras mil odiseas en alta y baja mar.
“Como España es el país de mis sueños, por el fútbol, porque soy futbolista, no podía dejar pasar esa oportunidad. Cualquiera soñaría con jugar en este país, así que ya no había marcha atrás. Con todos los problemas que me precedían, políticos y familiares, ya no tenía vuelta atrás…”, señala el internacional sub 17 marfileño en un amplio y precioso reportaje sobre su historia que ha publicado el fotoperiodista Mariano Pozo en As.
Ha sido Pozo uno de los ángeles de Oumar, al igual que Paco Martínez Morant, "que al conocer su historia no dudó en tenderle una mano con el fin de cumplir su sueño, ser futbolista. Paco (a través de Mariano Pozo) contactó con un empresario malagueño vinculado al fútbol de la ciudad, Ettore Stecchini, y ambos trajeron al joven a probar al Nuevo San Ignacio”, explica El Palo en una nota, en la que se señalan “encantados de contar con la presencia de alguien que ha luchado tanto por ser futbolista” (ver galería inferior).
El costamarfileño ha causado un grata impresión por sus condiciones en el seno del club marinero. Allí tendrá cobijo lo que resta de temporada compaginando el equipo filial con el que milita en Tercera División si se tramita su situación burocrática. Mientras, se entrena para recuperar su mejor versión y busca un trabajo que le permita mantenerse para continuar con su sueño de ser futbolista profesional: “Claro que necesito ayuda, nadie deja su casa, su vida y pasa todo esto si no sufriera una difícil situación en su país de origen. El fútbol es mi pasión y me he jugado la vida para llegar aquí e intentar jugar algún día en Primera. Ese es mi reto y sé que lo voy a conseguir”, finaliza Diakite. Que la suerte y el fútbol le acompañen. Oumar Diakite es un futbolista contra viento y marea.