Casado y el Málaga airean sus vergüenzas en los tribunales

Vicente Casado y el Málaga se han visto las caras este martes en los tribunales. El Juzgado de lo Social número 9 ha acogido durante más de siete horas el contencioso entre el ex director general del club y la institución de Martiricos tras la demandas interpuestas por el primero tras su despido a la propia entidad, a su propietario, el jeque Abdullah Al-Thani, y a sus dos hijos, los consejeros Nasser y Nayef Al-Thani, que se han personado en la sala y que han comparecido ante la jueza como personas físicas codemandadas.

El litigio ha quedado a expensas de que ambas partes envíen telemáticamente las conclusiones del mismo en un plazo de tres días ordinarios, esto es hasta el lunes. A partir de entonces quedará visto para sentencia y se conocerá quién lleva la razón en un contencioso por el que Casado pide algo más de tres millones de euros por despido improcedente y por unos bonus que tenía firmados en su contrato por la permanencia del Málaga en Primera, que ascendían a 500.000 euros por temporada y que no le han sido satisfechos.
Durante el juicio, que se ha dilatado en el tiempo más de lo previsto (a su término la Ciudad de la Justicia ya estaba cerrada), se han expuesto los argumentos de ambas partes, así como las posteriores alegaciones, presentación de las pruebas y propuesta y testificación de los testigos aportados por Vicente Casado y por el Málaga, seis por cada bando aunque sólo testificaron cinco, al ausentarse Moayad Shatat por parte del exejecutivo malaguista y Daniel Pastor, del lado blanquiazul.
La defensa del Málaga fue llevada a cabo por el letrado Ángel Lara, del equipo que asesora externamente al club, mientras que la sociedad que compró el Málaga en 2010: Nasir Bin Abdullah and Sons, el jeque y sus hijos fueron representados legalmente por el abogado granadino Pedro González Segura. Casado, por su parte, apoyó sus argumentos en Juan Ferrero, que vivió una intensa vista con los abogados blanquiazules en una coqueta sala con menos de una decena de periodistas, otros asesores y, al final y de forma paulatina, los testigos.
Vicente Casado, la parte actora, ratificó la demanda exigiendo una indemnización millonaria que incluye los bonus por permanencia citados anteriormente que, según el Málaga, la parte demandada, fueron concedidos de “forma irregular” y deben ser declarados nulos y no ser tenidos en cuenta en el despido. Entienden además a Casado como “alta dirección”, con una relación laboral de naturaleza mercantil y no laboral ordinaria. Las partes mostraron sus argumentos de defensa y el Málaga basó su despido en cuatro puntos: la venta de derechos económicos de tres jugadores a una sociedad panameña propiedad de Edmundo Kabchi, la suscripción de sustanciales aumentos retributivos y blindajes astronómicos en varios contratos directivos, la difusión de información confidencial que sólo él conocía y relación de hecho del Málaga con sociedades vinculadas con el propio Casado y cuya titular es su mujer, que también testificó.
Con esos cuatro puntos, cuyos detalles fueron expuestos detalladamente por la defensa del Málaga en el juicio, el club planteó la sentencia desestimatoria, es decir, que el despido sea declarado procedente. Sin embargo, el abogado de Casado, Juan Ferrero, alegó señalando a los gestores en la subida de los salarios y aplicación de los bonus: “El jeque Al Thani le otorga poderes a Shatat. Y la firma de la carta de despido es muy similar a la firma de la venta a los fondos de inversión…”. Y se defendió atacando a los hijos del jeque, Nasser y Nayef, con “gastos personales que rondan los 2,8 millones de euros en 2015”. “Eso es meter la mano en la caja”, acusó. “¿Dónde se reunió el Consejo de Administración que despidió a Vicente Casado?”, se preguntó Ferrero con la carta de despido en mano y aludiendo al contenido de la misma.

Seis testigos por cada bando

Tras una fase de alegaciones que se dilató en el tiempo, tuvo lugar la contribución de pruebas y el desfile de testigos, seis aportados por cada una de las partes. Joaquín Jofre, Roberto Cano, Daniel Pastor, Lucas Rodríguez, Vicente Valcarce y Carlos Arias por parte del Málaga, y Moayad Shatat, Mario Husillos, Javier Gómez, Julio Senn, Laura Fernández y Gabriela Barreiro por parte de Casado.
De entre todos, sólo dos no testificaron finalmente. Daniel Pastor y Shatat, aunque ambos estuvieron de cuerpo presente en la Ciudad de la Justicia. Sin embargo, varios compromisos les obligaron a marcharse antes de ser llamados por la jueza. Así, Shatat, del que se habló y mucho durante el juicio, envió un requerimiento que fue incorporada a los autos y en el que señala, textualmente, que “su actuación en relación con el Málaga ha sido bajo el control del jeque, auténtico titular y propietario y que ha tenido conocimiento de todo”.
El juicio sólo queda pendiente del envío de las conclusiones de ambas partes por vía telemática. Posteriormente, la jueza tendrá que dictar sentencia en un plazo que puede ser inferior a un mes. Este es sólo uno de los litigios que tiene actualmente abierto el Málaga y el jeque. Al mismo se debe unir la resolución de la querella criminal que Al-Thani interpuso a Shatat, Ghubn y Jamal Iglesias, de BlueBay, y el futuro juicio con la hotelera por el 49% de sus acciones.