El lastre está en las áreas

El Málaga no carbura. Las jornadas pasan, siguen desfilando por La Rosaleda rivales directos y el juego no mejora lo más mínimo. Ocho puntos sobre 42 posibles, dos victorias en 14 jornadas y todo ello habiendo pasado por el estadio de Martiricos equipos como Éibar, Las Palmas, Athletic, Leganés, Levante, Deportivo o Celta.

De todos ellos, sólo el Celta, que es noveno, está dentro del Top Ten de la clasificación. Todos los demás se encuentran en la parte media - baja de la tabla y, aun así, el Málaga sólo ha sido capaz de vencer a dos de ellos y en ambos casos acumulando muchos minutos de mal juego durante el encuentro.
Buceando en las estadísticas, no hay ni un solo dato numérico que arroje luz a la situación del equipo blanquiazul. La realidad del fútbol suele estar marcada por lo que sucede en las áreas. Y ahí el balance del Málaga es desolador.
11 goles a favor en 14 jornadas arrojan un promedio de menos de un gol por encuentro (0,78). En el área propia, en cambio, se han recibido 28 goles, dos por encuentro disputado. Una barbaridad. Y es que no ha sido hasta la jornada 14 ante el Levante cuando el Málaga ha dejado por primera vez su portería a cero. Sólo Las Palmas ha encajado más (32).
El rendimiento del Málaga en una y otra portería es pésimo. Tampoco su juego, timorato y carente de ideas y de argumentos, invita al optimismo. Se van las jornadas, avanza la temporada, y el Málaga sigue sumado en una crisis deportiva que le tiene al borde del abismo. El descenso asoma como un desenlace fatal cada vez más próximo.