Míchel: "¿Dimitir? Hay gente por encima que debe tomar esas decisiones"

El Málaga se hunde y a Míchel se le acaba el discurso. Y es que es difícil de explicar el hecho de llevar 11 puntos de 54 posibles y volver a caer en casa en la que era una nueva oportunidad para engancharse y soñar con la salvación. Aún así, el técnico no se plantea dimitir y prefiere no pronunciarse sobre un supuesto cese: "Ya he contestado a esa pregunta. No soy yo el que tiene que responder a eso. Sé que los resultados son malos y la situación es crítica, pero no me corresponde a mi contestarlo". 

"¿Dimisión? Hay gente por encima de mí que tiene que tomar esas decisiones. Si no las toma es quizás porque tienen un análisis más concreto de la situación. Si tienes la información que tengo yo no en el día a día y desde el verano o desde el año pasado, no te irías. No es una situación que sólo abarque al mal trabajo del entrenador. Es una información de todo tipo. Suponiendo que sea el entrenador el máximo culpable también sería el máximo culpable el año pasado cuando se salvó el equipo, ¿no? Se puede valorar también lo que ha pasado en verano. Yo no pongo excusas, los resultados y los jugadores se entregan", añadió en ese sentido el entrenador malaguista tras la derrota ante el Espanyol. 
"Mi ánimo no está intacto porque es duro también para el entrenador. Además, como es el único que está en el campo las críticas y las peticiones de marcha son más contundentes. Me fío de los entrenamientos y más allá de eso hago lo que puedo. Hay cosas que no puedo hacer, igual que mis jugadores porque dan todo. A lo mejor no tenía que haber seguido yo este verano después de haber salvado al equipo. No estoy desanimado pese a los cánticos del público. Me hubiese gustado que el año pasado hubieseis hecho una encuesta el año pasado cuando ganábamos. El que piense que estoy desmotivado o desilusionado es que no me conoce", finalizó Míchel sobre su futuro.
En cuanto al partido y la terrible situación, el técnico dijo lo siguiente: "Es una situación casi catastrófica, pero no le puedo pedir más a los jugadores aunque suene extraño. Los resultados son malos y eso es una evidencia. Dar ánimos y esperanza no es fácil en estos momentos, los chicos están tocados. Lo primero que hemos hecho es recibir un gol en contra y luego hemos jugado más con el corazón por esa tensión que te dan los resultados".
"Creo que se puede salir, pero no lo creo porque sea mi trabajo sino porque veo a los jugadores entregarse y entrenar. Tengo la obligación y la esperanza de que todo va a cambiar. Que no hayas visto a Pau parar no quiere decir que no hayamos chutado. Es un palo recibir un gol en los primeros minutos. Roberto tampoco ha hecho una parada y hemos perdido. En la primera parte hemos generado y hemos estado en el juego. Tenemos mucha ansiedad, mucha tensión porque los resultados hacen que estemos más intranquilos", añadió Míchel.
Por último, habló sobre los ánimos del vestuario: "Los chicos son jóvenes, a veces inexpertos y saben que la situación se está volcando mucho. No les puedo pedir más y sé que la gente está enfadada, pero ellos sufren. El trabajo está y ellos dan todo lo que tienen pero los resultados son malos. Es inevitable que lloren, que estén contrariados".