Ganar sin marcar es imposible

El Málaga es un auténtico desastre. No hay por dónde cogerlo. Ante el Getafe (1-0) volvió a ofrecer una versión paupérrima, digna de un equipo que lleva 11 puntos de los 57 que se han disputado. Una nueva derrota y un nuevo partido sin marcar un mísero gol, y van cuatro consecutivos.

El conjunto dirigido por Míchel no ve puerta en Liga desde el pasado 10 de diciembre ante la Real Sociedad (0-2). Y, lo que es peor, no es capaz de crear juega, de llegar con peligro al área contraria combinando, no es capaz de asociarse, de tirar una pared para intentar generar una ventaja. El Málaga no hace daño a nadie, y sin marcar es imposible ganar.
Desde la visita a Anoeta, los de Míchel no han sido capaces de mandar un balón al fondo de las redes. Y no ha jugado contra el Barcelona ni el Madrid. No le marcó al Betis y no generó ni una ocasión clara, no le marcó al Alavés y tampoco llegó con peligro, no le marcó al Espanyol y a Pau López ni lo vimos... Y este viernes, las mejores ocasiones fueron un disparo desde fuera el área de Recio y un cabezazo de Adrián tras una falta lateral. Punto y final. 
Y es que si echamos la vista atrás, hay que remontarse al Real Madrid-Málaga del Bernabéu (25 de noviembre de 2017) para ver un gol del Málaga tras una jugada elaborada. Fue el del Chory Castro, que hizo el 2-2 desde fuera del área. Paren de contar. La elaboración ofensiva es nula y el equipo lo está pagando muy caro. Y si encima te marcan goles como el de Darder o el de Cala, ganar un partido se convierte en una auténtica utopía.