El nublado presente de Rolón una vuelta después de su debut

Esteban Rolón cumple una vuelta de su debut con la camiseta del Málaga. Podría ser algo anecdótico si no fuera porque se trata de uno de los nombres del verano y también de una de las decepciones y principal foco de discordia entre el entonces director deportivo, Francesc Arnau, y el presidente, Abdullah Al-Thani. Su fichaje, cifrado en 3,2 millones de euros con una cláusula de 60 Kilos (!), marcó sin lugar a dudas la planificación del verano y supuso uno de los patinajes más importantes porque se trataba de cubrir la baja deportiva y espiritual de Camacho.

Rolón es un proyecto de buen futbolista. Comprometido, profesional y con virtudes. Pero muy joven, inexperto y con el peso de la losa que engloba su contexto actual en un Málaga depresivo y desmoronado donde es difícil construir algo. Tal vez hubiera sido ideal una cesión en el mercado de invierno para que cogiese rodaje, opción que contemplaron sucintamente ambas partes, pero que nunca llegó a estar cerca de producirse pese a algún ruido externo. Sin papeles no había ofertas. Así que Rolón se quedó, queriendo y a sabiendas de que sus opciones de aportar iban a ser escasas, y más aún con la llegada de Lacen.
A día de hoy, y justo cuando se cumple una vuelta de su debut con el Málaga en el Wanda Metropolitano (no lo hizo mal entonces), su situación es de ostracismo, siendo el último en la rotación en el medio y superado incluso por Kuzmanovic. Sólo ha sido convocado en uno de los últimos cinco partidos y no juega desde la jornada 12, en noviembre, cuando se le ganó al Deportivo. Sus referencias son muy buenas en el día a día, es un joven pundonoroso y aplicado que espera su oportunidad para ganar confianza y justificar su fichaje, algo que por el momento no ha podido constatar.