El Chory, golpe de autoridad en la Fase 3 del jeque

Redondeando al alza se pueden distinguir claramente tres fases en la convulsa era Al-Thani. Cada una de ellas con sus ciclos sanos y no tan sanos, con sus distintas circunstancias y golpes de timón, con sus giros inesperados, con sus triunfos y sus desastres...
Se podría enmarcar la primera, la inicial, como la del poderío económico y la apuesta por convertir al Málaga en un gigante de La Liga. Aunque sus pies fueran de barro e interviniesen muchas circunstancias, se logró. Entran ahí desde el tiro fallido de Jesualdo hasta la brillante etapa de Pellegrini, que murió con el equipo entre los mejores de Europa pero castigado y perseguido por los problemas financieros.
La Fase 2 es la de la dura transición de nuevo rico a pobre de nuevo. Muchas deudas y una diáspora de futbolistas de primer nivel, quedando un pequeño remanente de 'hombres Champions'. Con la salida de Pellegrini comenzó a ganar peso y poder Vicente Casado, arropado por un Moayad Shatat que personificaba todo lo contrario al anterior hombre fuerte el jeque, Abdullah Ghubn, máximo exponente del despilfarro en la Fase 1.
El principio del fin de esta oscura fase llegó el verano pasado con el intento de venta del club y el escándalo por el traspaso de parte de los derechos de los mejores futbolistas del Málaga a un fondo de inversión. Todo acompañado por la descapitalización futbolística, la precariedad económica y la cada vez mayor falta de paz social en el entorno. Y además el propietario andaba despegado absolutamente de la realidad de la entidad, dejada en manos de la 'autosuficiencia'.
Pero de pronto el jeque Al-Thani estalló y se entró en lo que ahora podemos conocer como la Fase 3, que suena a Spielberg pero se sueña con que tenga más de realidades y tangibles que de ficción. Despido fulminante de Casado, Novo y Husillos, toma de las riendas por parte de los Al-Thani (con las figuras de Nasser, Nayef y un nuevo asesor de confianza como Ahmed Al-Rajehi), auditoría por parte del equipo de Pedro González Segura... Y lo que es más importante, confianza ciega en un Gracia que andaba en plena guerra fría (y no tan fría) con Casado y Husillos.
También se pone en primera línea Francesc Arnau, hasta ahora arropado como adjunto a Manel Casanova (director de La Academia y siempre sujetado por el jeque). Y de pronto la pelota comienza a entrar y en pleno frenesí de triunfos, aparece como primer refuerzo invernal, gratis y en propiedad, Chory Castro. Y claro, la gente que venía de ver a Pawlowskis, Bobleys y Rescaldanis, se vuelve a ilusionar. Así que la llegada del uruguayo es el primer golpe de autoridad dentro de esta Fase 3. Sólo cabe desear que no se parezca a ninguna de las anteriores. Bueno, si es sostenible, quién no quiere un Málaga de Champions con Iscos y Joaquines...