No quiero tener paciencia con En-Nesyri

Lo políticamente correcto, esa infección que está asolando al mundo, nos obliga a decir que hay que ir con calma con Youseff En-Nesyri, que es muy joven y que el fútbol lo puede devorar si uno no se anda con cuidado. ¿Saben qué? Que no, que no quiero decirlo porque no lo pienso. Los buenos tienen que jugar y este chico es pata negra.
Un exentrenador del Málaga me comentó el pasado verano en una conversación privada que En-Nesyri era "un futbolista claro", que estaba listo para jugar desde ya en Primera. Y apenas se llevaba media pretemporada. No era un analista cualquiera ni un aficionado ávido de ilusionarse con cualquier jugador que luzca la blanquiazul.
Así que ya está bien de 'bienquedismo', de eufemismos y topicazos. Al campo no se le pueden poner fronteras, ni puertas ni vallas. Que miren ustedes a la NBA, que Kobe Bryant y LeBron James ya eran los reyes antes de cumplir casi los 18. Los buenos lo son y punto. Como lo era Isco. Nos tenemos que quitar mucha tontería de encima los que opinamos y no querer inventar el fuego.
Y ya de paso, hay que pedir sitio para Pablo Fornals, que es otro que está listo para la élite y el Málaga está pidiendo a gritos que un futbolista de sus características tenga importancia. Ellos dos y Juanpi pueden marcar un antes y un después en la historia de este club. Que tome nota Al-Thani y no deje escapar a ninguno.
Para cerrar, un guiño al gran culpable de estas líneas, Manel Casanova. Al que el tiempo está poniendo en su sitio. Ojalá pudiese estar en Málaga disfrutando en vivo de los frutos de su trabajo.