Punto y seguido

Saludos de nuevo tras un periodo de ausencia. Me gustaría empezar esta entrada relatando lo largo y difícil que se hizo el tramo final de la pasada temporada, fueron unas semanas cargadas de tensión y nerviosismo y, tras coquetear seriamente las últimas jornadas con el descenso, que, aunque suene a tópico, no merecíamos, el resultado final fue más que gratificante: conseguimos el objetivo de salvar la máxima categoría. Una temporada llena de altibajos en lo colectivo, pero que me sirvió mucho tanto en el plano personal como en el profesional, con un balance de 2 goles anotados en 22 partidos disputados.  Lo cierto es que, paradójicamente, fue una prolongación de mi último año en el Málaga, con grandes emociones y sensaciones vividas que culminó, como colofón, con la ansiada salvación ante el Real Madrid en la última jornada. Esta vez fue a miles de kilómetros, en Grecia.
Llegaron las vacaciones estivales que vinieron en el momento adecuado para poder desconectar, descansar de tanta tensión y ver después de tanto tiempo a mi querida familia y disfrutar también de esos días y algunas noches con mis grandes amigos y amigas. No me olvidé de mi vida de estudiante, ya que hice varios exámenes que superé satisfactoriamente. Ya me queda muy poco para poder licenciarme. Y todo ello compaginado con el teléfono móvil porque han sido también unas vacaciones acompañadas de llamadas, con diferentes propuestas de otros países, rumores e intereses, aunque finalmente  me decanté por seguir en el mismo equipo y cumplir mi contrato.
Después llegó la hora de retomar el trabajo, volver después de tanto tiempo a esa droga que es el futbol con su relación directamente proporcional: cuanto mayor es el tiempo que estás sin poder competir, más ganas tienes de que vuelva a comenzar todo de nuevo. Me reincorporé a los entrenamientos en un buen estado de forma, no descuidé el apartado físico y me preocupé, como siempre, por llegar en un tono óptimo tras numerosas carreras continuas, partidos de tenis, natación… Este año firmamos, además, a un gran número de compañeros españoles, por lo que la situación era inmejorable. Sin embargo, tuve el infortunio de, en uno de los primeros partidos de pretemporada, tras un choque fortuito con otro adversario,  dañarme el ligamento de la rodilla, lo que me hizo pasar por quirófano. Me tendrá apartado de los terrenos de juego por un tiempo algo prolongado.
No es más que un pequeño punto y seguido en mi carrera, una piedra más en este tan difícil camino y que me ayudará a salir más fortalecido y con más ambición de esto. Todo pasa por un porqué, así que estoy convencido que algo mejor habrá tras esta nueva, aunque no fácil, experiencia. Eso sí, hay que darle la importancia que realmente tiene, que no es poca, pero tampoco más de la cuenta. Espero poder estar en breve en ese rectángulo verde tan especial, del que esa dosis de infortunio me ha privado por unos meses.
Me gustaría despedirme de este blog algo agridulce dando las infinitas gracias a todas esas muestras de cariño que he recibido en este tiempo por mi familia y amigos, a los que me han ayudado cuando lo he necesitado, a todas esas personas que verdaderamente se preocupan siempre por lo que me sucede. Los que están leyendo esto saben quiénes son y, por ello, les estoy más que agradecido a todos y cada uno de ellos. Gracias y espero poder informaros de mis avances satisfactorios muy pronto.
Un saludo a todos.
Dani Orozco