El limonetismo
Queda atrás en el tiempo aquellos años en los que jugar al pádel estaba supeditado a pertenecer a una clase social alta. Aún recordamos ver al presidentísimo Aznar con esos ropajes deportivos y su pala en la mano. Qué época aquella en la que si vivías de alquiler y no habías comprado una vivienda eras un desgraciado que no dejaría nada a tus hijos…
En Málaga el canismo está uniéndose con el limonetismo. Está confirmado. Ahora cualquiera tiene un amigo que conoce a un vecino que vive en un conjunto residencial que tiene pista de pádel (probablemente esos pisos incluso sean en propiedad del amigo del vecino).
Pero el problema se acentuó aún más con la llegada de Decathlon. Desde que este subastero deportivo puso a la venta palas de pádel desde 19,95 € el panorama de este deporte en la ciudad dio un vuelco. Ahora hay gente de San Andrés o el Barrio de la Luz que juegan al pádel.
Corre el rumor de que un chaval llamado “Jony” se compró su propia pala y juega todas las semanas. Tiene el flequillo alisado y le tapa los ojos (también lleva los calzoncillos por encima del pantalón). Fue visto en la Playa de la Misericordia lo que descarta que sea de la zona Este de Málaga y gana enteros la posibilidad de que su origen esté por barrios menos pudientes.
El limonetismo está globalizándose a pesar del empeño de éstos para que no ocurra. El canismo se adapta a los nuevos tiempos. ¿Qué será lo próximo? ¿Veremos a gente de El Perchel comiendo jamón ibérico? ¿Pondrán un campo de golf en el antiguo rastro de Martiricos? El tiempo lo dirá.
