Felis Navidá

 

Antes de empezar debo decir que la gente de El Limonar no tiene ninguna necesidad de leer esto. Absténganse también los pijos de otras zonas de Málaga.
 
Con la navidad encima, muchos somos los que nos la vamos a ver negra para poder disimular lo tieso que estamos. Pero para eso estoy yo, que soy uno de los mayores expertos del mundo en pasar las navidades de la forma más decente sin tener un duro.
Si no habéis podido poner árbol de Navidad porque tanto el precio de éste como el de las típicas bolitas y tiras es demasiado alto, hay una fácil solución. Una planta de aloe vera con los papelillos de los Ferrero Rocher que el vecino ya se ha comido y unos pendientes antiguos de esos que nuestras madres y abuelas guardan con recelo en algún cajón de casa, basta para tener una estampa navideña junto al televisor.
Para montar un Belén no hay que comprar las figuritas tan horrorosas y caras que casi todo el mundo tiene. Caracterizaremos a esos muñecos de nuestra infancia que permanecen guardados en alguna caja del trastero como los Caballeros del Zodiaco o los Click de Playmobil.
La Lotería de Navidad es algo que también se nos escapa al presupuesto de muchos. Veinte euros por un décimo es aproximadamente el presupuesto que gente como yo tiene para casi todas las navidades. Os animo a que juguéis un número del famoso sorteo malagueño de “la rápida”. El que sea de Málaga lo conocerá sin problemas y el precio es desde tan sólo un euro.
En Nochebuena no es necesario comprar un menú a precios altos, ni tan siquiera uno de esos desagradables pollos rellenos rodeados de esa rejilla de tela tan típica y de la que siempre tragamos un trozo. Las claves son: pan con aceite y tomate, confidencialidad entre los asistentes a la cena y sacar al día siguiente cuatro bolsas de basura rellena de papeles para que tus vecinos puedan comprobar la opulenta cena de la noche anterior.
Para Nochevieja compraremos en el Mercadona un par de botellas del conocidísimo whisky John Cor a menos de cinco euros y con ellas rellenaremos las botellas de Cardhu que hasta entonces utilizábamos como hucha, pero que desde hace muchos meses no tiene ni una sola moneda.
Para Reyes iremos a El Corte Inglés a coger caramelos y meterlos en los calcetines de nuestros hijos y sobrinos. A los Reyes Magos les dejaremos un vaso de John Cor, por supuesto.
Si ha sobrado algo de dinero, no dudéis en guardarlo para las próximas navidades, que me da que van a ser peores.
Como veis no es sencillo pasar unas navidades con veinte euritos, pero es que nadie nos dijo que la vida iba a ser fácil. Muchos ánimos y felices fiesta de esta mula que tanto adoráis. Un beso a todas. Un abrazo para vosotros.