Arrejuntaos por el zí, un Estado malagueño
Ante las últimas noticias sobre Cataluña, se me ocurre algo así como una Málaga independiente.
Málaga formaría un país limitando al norte con España y al sur con el mar Mediterráneo. Su economía se basaría en la exportación de boquerones fritos de un día para otro y en el turismo cordobés dominguero que deja construcciones ilegales a las siete de la mañana en las playas de la provincia. El malagueño será un idioma propio, y se tendría que incentivar su uso haciéndolo obligatorio en los órganos de gobierno de la nación malagueña. Teresa Porras ya lleva trabajando en ello mucho tiempo.
El partido que abogue por la independencia malagueña se llamará “Arrejuntaos por el zí”.
En el Ayuntamiento, un pleno ordinario pasará a llamarse “pleno merdellón”. El alcalde será “arcarde” y el presidente del gobierno se elegiría a través de los famosos opinómetros que para eso nos gastamos 200.000 pavazos. Y sí, el pavazo será la moneda oficial del Estado Malagueño.
Nosotros no saldríamos de Europa porque no pueden venir a quitar una avenida que va desde Santa Bárbara hasta los terrenos de Repsol. El malagueño que quiera seguir siendo español podrá serlo, pero se le negaría el derecho a comer camperos y salir a fumar al patio de El Pimpi Florida. La Sanidad tampoco cambiaría mucho, solo que ahora las torceduras del tobillo serán oficialmente “desguinces” y así mi abuela demostraría que siempre tuvo razón.
El Parlamento se situaría en la Tribuna de los Pobres y la ola del melillero sería declarada Bien de Interés Turístico Nacional.
No utilizaríamos concertinas en las fronteras. Cientos de kilómetros de chumberas delimitarían la linde del estado malagueño. En una Málaga independiente no hay riesgo de corralito porque la gente no tiene un duro.
Habría una liga malagueña de fútbol en la que podríamos empezar a ver los primeros triunfos históricos del Málaga CF. Sería el principal favorito y como campeón iríamos a la Champions directamente. El segundo clasificado jugaría la previa, así que El Palo podría ser el primer club de un barrio que juegue la competición europea. Tendríamos una liga de máximo nivel con grandes equipos como el Málaga, Juval, Maravillas, el Malaka o el Puerta Blanca. Los viajes a los estadios lo harían en carril bici.
En campeonatos internacionales tendríamos la más importante prueba de fuego: Isco. Puesto que ya ha jugado con la Selección Española está en duda que pudiera representar a la Selección Malagueña. Sin saber si podríamos resolverlo, no habría problema en repescar y poner en forma a Basti, Hierro o Apoño.
Y habiendo dicho esto me pido otra cerveza que no es lógico construir un nuevo Estado pareciendo estar sobrio.
@FrancisRuizp
