Mal y tarde
La situación parece insalvable en el Betis. Tras tres entrenadores, con la cabeza de Stosic cortada, con Bosch 'expulsado' del Consejo y con la planificación a medio hacer cuando el mercado está a punto de cerrarse son síntomas más que evidentes de que el barco se hunde.
La sucesión de los acontecimientos obedece a la más pura improvisación. Aún recuerdo la rueda de prensa tras la destitución de Mel en la que se argumentaba que era la primera de una batería de medidas destinadas a salvar al equipo. Visto ahora, aquello fue de traca. Me encantaría poder saber si el listado de medidas era el que se ha ido tomando. A saber: fichar a un entrenador que desde el minuto uno no quiso enterarse de la película. Cargarse al responsable de fichar en invierno, cuando más lo necesitaba el equipo. Retrasar todas las incorporaciones necesarias, desaprovechando el parón navideño. Echar al nuevo entrenador... y lo de Bosch ya lo analizamos otro día.
Me niego a creerme que el planteamiento original de medidas era ese. Porque si era ese, lo que están haciendo al Betis es torpedearlo desde dentro. Y si no era ese, pues también, porque se ha recurrido a la improvisación, a actuaciones desesperadas, a matar moscas a cañonazos. Y eso, en un club que pretendía restaurarse estructuralmente, es imperdonable.
Ahí están los resultados. Muchos milagros tendrían que mediar para que el Betis se escape de la quema y vuelva a Segunda. Y a todo esto, la plantilla casi de rositas, mientras siguen rodando cabezas en los demás estamentos... Curioso, ¿no?
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