En defensa de Jiménez
Leandro Iglesias
La Sexta Deportes.
Aunque muchos no le creen, son ya varios años los que Manolo Jiménez mantiene esa proyección exterior del Sevilla como equipo duro, serio y competitivo. Una de las grandes amenazas de los grandes (derrotó al Madrid en liga y al Barça en Copa esta temporada) y uno de los mejores ejemplos de cantera. Con todo, al técnico se le discuten casi todos sus movimientos. Y me da la sensación, que más allá de su propuesta futbolística, es que no cae demasiado bien. Es cierto que el Sevilla no practica un juego alegre, pero se mantiene en una digna segunda línea de fuego del continente. Salvo el Barça, los chispazos del Madrid y algún toque de clase que vemos en la Premier o en el Calcio, nadie hace buen fútbol. Viendo el otro día el choque entre el Chelsea y el City, que han invertido un dineral, no observé muchos más detalles de los que llevo viendo en el Pizjuán en lo que llevamos de temporada. Bueno sí, que allí estaban Drogba, Tévez, Lampard… capaces de resolver en una jugada. Pero sólo eso, donde el Sevilla no puede competir ni por asomo. Tampoco el Inter de Eto’o agrada a casi nadie, incluso el Milán de Pato y el ‘nuevo’ Ronaldinho. También equipos simpáticos y crecidos como el Arsenal o el Villarreal han perdido vistosidad. El fútbol va en esa línea, la del resultadismo.
Todo esto me hace ver que el Sevilla y su técnico van por buen camino, pese a que en ocasiones son discutibles sus decisiones. Jiménez tiene una sombra alargada, que más que Juande Ramos, son los dos títulos que consiguió el manchego. Porque luego Juande, paradigma del ‘jogo bonito’, fracasó con mejores equipos y mayores presupuestos. Tampoco le beneficia a Jiménez esa imagen Bilardista que arroja con despecho a algunos periodistas en sala de prensa. Son sus momentos más grises. Pero detrás de ese parapeto de defensa, se esconde un tipo al que le acompañan los números, que acertó en el momento clave de la temporada (el cambio de Negredo por Romaric en la semifinal de Copa ante el Getafe) y cuyo presidente apoya entre otras cosas por una fidelidad desconocida en los tiempos que corren. Le falta un título, es verdad , pero lo tiene más cerca que nunca.
No hace mucho yo vi al Sevilla jugar en Segunda con Nico Olivera como estrella. Entonces el problema era justo que el Sevilla estaba en Segunda, jugando en Ipurúa y en el Salto del Caballo . Jiménez también demostró su talento en ese tipo de escenarios áridos e inhóspitos con el filial. Y díganme si se ha notado la diferencia dirigiendo en los grandes estadios europeos.