Serra Ferrer y sus mimos a Fabián

El Real Betis brindó en el derbi hispalense una lección de garra y compromiso, que obtuvo el fruto de su éxito con el posterior histórico triunfo. Tres puntos medidos por la importancia que la cantera tuvo en la cita, con hasta cuatro futbolistas que se erigieron como protagonistas principales. Un sustento, el de los más jóvenes, que Serra Ferrer expone como imprescindible para establecer el equilibrio idílico en la plantilla.

Uno de esos baluartes es Fabián Ruiz, mediocentro que ya golpea las puertas de los equipos más colosos: "Está al alza y me alegro muchísimo, me ha acompañado en valores que siempre he creído. La humildad, el respeto y la tenacidad, él no se conforma con esto. Es más, hay unos indicativos para mí muy importantes en los cuales antes de jugar el partido del Bernabéu era un jugador y después sale otro jugador por su autoestima, por su confianza al creer en lo que es capaz de hacer. Luego este partido, el del Atlético donde estuvo a una altura brillante. Hay que felicitarlo, como al resto de jugadores. Está claro que Fabián va creciendo cada día más. Si tienes después la calidad y pegada de Fabián, crecido y nacido aquí, mejor".
Otra de las premisas a destacar fue la sorprendente actuación de Francis, que tuvo que enrolarse en el flanco diestro tras la lesión de Barragán: "Francis entró en una posición que no tenía habituada y que creo que puede jugar perfectamente. Tiene mucho mérito lo que hizo porque se centró y compitió bien. Es verdad que esto te impresiona en algunos momentos y alomejor estás desubicado pero Fabián le echó una mano muy buena en cuanto a que cuando se iba muy arriba lo protegía, le daba el balón fácil para poder jugar. Los demás igual".
Una actuación desempeñada con una ilusión similar a la de Sergio León, que cumplió el sueño jamás soñado: "Yo creo que es el regalo de su vida para Sergio. Con tantos años como bético creo que ansiaba que llegara este momento, meter un gol en el Sánchez Pizjuán. El momento de felicidad es extraordinario".
Un trabajo, el de los canteranos, que obtiene su máximo exponente en la figura de Joaquín, que logró sacarse la espina de los precedentes anteriores: "A pesar de sus años y experiencias un poco más tristes, en el Sánchez Pizjuán llevar el brazalete, acompañar a un grupo de jugadores que tienen una mirada de ilusión y tan estremecedora como son los béticos era muchísimo. Acompañar lo que he dicho antes es acompañar a todos los jugadores que vienen de fuera, que son de aquí, los canteranos. Tu experiencia en este tipo de partidos se escucha con un poco más de atención, de tensión y suspiras profundamente por si llega este momento y tienes otro protagonismo".