Más de una década sin vencer tras triunfar en un derbi

El histórico triunfo del pasado sábado en el derbi sevillano ha instalado la armonía en el vestuario del Real Betis, motivada por la felicidad que supone vencer un partido de este calibre y la moral que agregará de cara a los encuentros venideros. Un año que recién comienza que se presenta como uno de los más ilusionantes de la última década, donde sigue establecida la consigna de luchar por volver a competiciones europeas.

Ya lo advirtió el propio Serra Ferrer, "el equipo debe luchar partido a partido sin caer en la relajación". Un éxtasis, el del derbi, que puede invitar a la distensión, como así pasó en los precedentes anteriores. Cabe remontarse más de una década para vislumbrar la última ocasión en la que el Betis encadenó una victoria tras triunfar ante el Sevilla.
En los últimos cuatro precedentes los verdiblancos jamás han logrado consolidarla con tres puntos más, estableciendo incluso rachas de resultados para el olvido. Tres empates y una derrota, en su mayoría ante equipos de nivel inferior, que señalaron al triunfo en el derbi como una quimera que instauró el alivio en la plantilla.
Hay que remontarse cuatro años atrás para ver el último triunfo verdiblanco ante su homólogo en la ciudad, tras el 0-2 que a la postre no serviría de nada en Europa League.  Apenas tres días después de la cita en el Pizjuán el Betis encaraba un choque crucial ante un rival directo por el descenso como el Elche. Una cita a domicilio que se presuponía como idílica para remontar el vuelo pero un empate a cero condenó las aspiraciones béticas, que encadenó dos derrotas más incluyendo el duro varapalo de la eliminación europea.
Una situación similar a la par que diferente a la de 2012, cuando los verdiblancos profanaron el feudo rojiblanco con el famoso doblete de Beñat. Un 1-2 que privó a los sevillistas de colarse en puestos europeos y que supuso lo único a destacar de un equipo que luchó hasta las jornadas finales en la zona noble. No obstante, el triunfo otorgó el extraoficial punto y final a una temporada donde poco quedaba por jugarse, cayendo una semana más tarde ante un Sporting de Gijón que se jugaba la vida, con un gol de Jorge Molina que no hizo más que maquillar el marcador.
Echando la vista atrás una década se puede analizar, uno más, el triunfo de 2009 en el Sánchez-Pizjuán. Por aquel entonces los goles de Sergio García y Oliveira establecieron un bálsamo de esperanza para los verdiblancos, que soñaban con la permanencia. Lejos de servir en el devenir deportivo, el equipo empató a la siguiente cita ante el Barça en lo que supuso un espejismo que terminó con siete citas seguidas sin conocer la victoria, valedoras para el posterior descenso a la división de plata.
Para finalizar es necesario remontarse a la época más gloriosa del Real Betis para vislumbrar el último precedente negativo tras un triunfo en el derbi. En la temporada 2005-2006 Heliópolis repletaba felicidad en la campaña donde disputó por primera vez la Liga de Campeones. Cuando la temporada comenzaba a marchitarse, los verdiblancos vencieron en casa al Sevilla con goles de Varela y Robert. Tras la alegría, la desolación, con un empate ante el Cádiz 1-1 que derivó en cinco citas consecutivas sin conocer el triunfo, con un bagaje de resultados que le privó de reengancharse a puestos europeos y que derivó en el principio del fin de la época dorada.
Cabe echar la vista atrás trece años para ver la última vez que el Betis logró encadenar triunfos tras vencer al Sevilla. Fue en la temporada 2004-2005, donde a falta de cuatro jornadas para el final consiguieron con gol de Oliveira una victoria trascendental para acabar superando a los rojiblancos en la clasificación y clasificarse a Liga de Campeones. Tres puntos que prosiguieron con los cuatro triunfos jamás soñados, donde se incluyen la final de Copa del Rey ante el Osasuna y la cita ante el Mallorca que metió al equipo por primera vez en Champions. Una historia que espera revertir el próximo lunes y recordar a aquel glorioso equipo de 2005.