Enredados en la posesión, divorciados con el gol

La derrota del Betis ante el Valladolid (0-1) en el Benito Villamarín ha vuelto a poner de manifiesto que, en lo que va de temporada, el ideario irrenunciable de toque y posesión de Quique Setién, para quien no hay plan B que no pase por mejorar el A, sigue en proceso de divorcio con la esencia del fútbol que es el gol.

Los porcentajes de 60, 70 y hasta 80 por ciento de posesión de los que hace gala Setién como una especie de apóstol de su idea se han traducido en cinco goles en ochocientos minutos, la cifra más baja de Primera por debajo de los siete de Huesca, Villarreal y Valencia, y ocho de Rayo, Getafe, Leganés y Valladolid.

A estas alturas de la pasada temporada, el Betis había marcado 19 goles, catorce más que en la presente, aunque por contra había recibido 17, diez más que en la actual, solvencia defensiva que le ha permitido a los de Setién estar clasificados en décima posición con 12 puntos, tierra de nadie que no satisface a nadie.

El Betis de la temporada 2017/18 había marcado 14 goles más que el actual en nueve jornadas, aunque también había recibido muchos más: 17 por 7

La previsibilidad del concepto, expuesta por Setién cada vez que se le pregunta, hace que los rivales, como él mismo afirmó, les 'regalen' la pelota, ante lo que el Betis no ha encontrado soluciones en el presente ejercicio y que el técnico haya apelado a "la inspiración" en el último pase ante tantos jugadores "metidos atrás".

Sin embargo, las explicaciones estadísticas del técnico no parecen satisfacer a la afición verdiblanca, que ayer pitó a los suyos al término de un partido en el que el Betis, pese a las veinte veces que dijo Setién que dispararon a puerta, no lo hicieron más que en remates fallidos como sendos de cabeza del japonés Takashi Inui y de Francis Guerrero.

Intangibles como la autoestima o la confianza se reflejan con más claridad en puestos tan específicos como el del delantero centro, necesitados de continuidad y en el caso de los tres del Betis, Sergio León, Loren Morón y el paraguayo Tonny Sanabria, afectados además por las rotaciones permanentes del santanderino.

Delanteros sin gol

Las porterías suelen 'achicarse' cuando las cosas no se ven claras y, este sentido, es ilustrativo que Sanabria haya metido un solo gol por los seis que llevaba el año pasado en nueve partidos, que Sergio León lleve cero en lugar de cuatro, y que Loren Morón haya anotado sólo dos.

El propio Setién se refería a esta situación la pasada semana al afirmar que Sanabria "necesita reforzar su autoestima", que "es un chaval que no tiene una continuidad en el equipo porque tiene que ganarse el puesto todos los días.

La afición ya mostró su descontento tras el pitido final de Alberola Rojas y sigue 'caliente' en las redes sociales contra Setién y los jugadores

El 'enfado' bético con las redes contrarias lo ilustró la cadena de reacciones de sus jugadores, desde el "bucle" de desconfianza del que habló Sergio Canales, hasta las apelaciones tópicas a que el gol llegará del delantero Sergio León o a la necesidad de buscar soluciones expresada por el central argelino Aïssa Mandi.

Esta letanía se viene repitiendo de manera sistemática desde el estreno liguero con el primer jarro de agua fría ante el Levante por 0-3, desde cuando el Betis ha cosechado sendos empates sin goles a domicilio ante Alavés y Valencia, ha ganado por la mínima en casa ante el Sevilla y Leganés y fuera ante el Girona, empatado a dos ante el Athlétic de Bilbao y perdido ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano (1-0).

Malas sensaciones

Pese a que el equipo bético está clasificado en zona templada, la falta de acierto y cierto amaneramiento en el juego han encendido las alarmas en la afición bética por el no cumplimiento de las expectativas en ambas facetas en lo que va de campeonato tras la clasificación europea de la pasada temporada.

Esta sensación se ha instalado en el Betis en una semana en la que los de Setién visitan uno de los grandes templos del fútbol europeo, San Siro, para jugar ante el Milán en la fase de grupos de la Liga Europa, en la que los béticos han cosechado un empate ante el Olympiacos griego y derrotado por un claro 3-0 al modesto Dudelange luxemburgués, el único oasis goleador de la temporada.