La cláusula, el quid de la cuestión en la renovación de Ceballos

Cada partido que pasa Dani Ceballos sube su cotización. Lo hizo por ejemplo el pasado domingo, con sólo media hora de juego sobre el césped. Su calidad y su gol ante el Éibar elevaron más aún el caché de un futbolista que el Betis pretende renovar para elevar su cláusula de rescisión. Una tarea imprescindible a tenor de las 'novias' que tiene el utrerano.

Después del incomprensible ostracismo al que le condenó Poyet, Ceballos es el timón del Betis de Víctor. El jugador tiene contrato hasta el año 2020, tras renovar hace un par de temporadas en una complicada negociación. No obstante el problema no reside en la duración, sino en la cláusula. Tras alcanzar los 20 partidos esta temporada se elevó de los 12 a los 15 millones de euros.
La cifra puede resultar asequible para muchos clubes que buscan talento joven. Ceballos sólo tiene 20 años y ha pasado a ser una de las grandes sensaciones del campeonato. El futbolista regresó a la selección sub 21 y, salvo sorpresa de última hora, estará en el Europeo de la categoría que se disputará en verano en Polonia. Un escaparate más donde podría llamar más la atención todavía.
El futbolista ha mostrado su predisposición a continuar en el Betis y en el club tienen claro que es un asunto prioritario el de su renovación. Las partes se han puesto manos a la obra. El club quiere aumentar las cantidades que percibiría Ceballos, algo que lógicamente ve con buenos ojos la agencia del jugador. También podría sumar algún año más a los tres que le restan. El quid de la cuestión es la cláusula.
Ahí las posturas no están tan cercanas y es lo que impide concretar la renovación. Ángel Haro, hace no demasiado, pronunció unas palabras en las que dijo que Ceballos sólo se iría por el importe de la cláusula. Claro que también era consciente que debe elevarla para que equipos potentes económicamente, tanto de España como de Europa, no se lleven al mediocampista bético.