Caparrós: "Me podrían haber llamado, estoy dolido"

No hay una sola vez que haya un movimiento en el banquillo del Sevilla FC en el que el nombre de Joaquín Caparrós no salte a la palestra informativa. Hace ya casi trece años desde que se marchara, sentando las bases del mejor equipo de la historia sevillista, pero de momento su regreso sigue en el aire.

El utrerano se ha sincerado con ElDesmarque en la entrevista que ha concedido desde su domicilio en Mairena del Aljarafe, al que regresó hace unas semanas tras cerrar su aventura catarí pagando la cláusula de rescisión, coincidiendo en el tiempo con la destitución de Eduardo Berizzo como entrenador sevillista.
- ¿Hubo opciones de volver a entrenar al Sevilla?
- Siempre que hay un movimiento estoy en los periódicos, pero creo que es más de los medios o el interés de los aficionados que el que hay dentro de la casa. Me siento mucho más querido por el aficionado, por el sevillismo, que por algunos consejeros que tienen capacidad de ejecución. Yo no he entrado en el casting, en el que han entrado tres o cuatro entrenadores, pero es cierto me ha extrañado que no entrara. Un entrenador con 15 años en Primera División, con cerca de 500 partidos, con una situación en la que creo que puedo ayudar y sumar al Sevilla, sino como técnico en algún cargo en el que pueda ayudar al presidente, creo que sí me podrían haber llamado y sinceramente estoy dolido. Si digo lo contrario miento, porque siento estos colores y creo que puedo ayudar ¿en qué parcela? Es un tema de hablar, pero creo que puedo ayudar a este club a dar un pasito. Recuerdo cuando "Me ha extrañado no entrar en el casting. Me consta que mi padre, Roberto Alés, llamó al presidente y le comentó la posibilidad".empezamos, desde Roberto, con un grupo de gente con mucha hambre de progresar y crecer pero con mucha sangre y sentimiento rojiblanco. Desde Roberto Alés, su consejo, el cuerpo técnico, la dirección deportiva. Pero luego entró José María del Nido y tres cuartos de lo mismo, cada uno dábamos el cien por cien, cada uno aportábamos cosas distintas aunque no fuera nuestra parcela, porque queríamos lo mejor del Sevilla. Eso es pensar en mejorar para el Sevilla. Creía que en esta situación podía tener una llamada. Me consta que mi padre, Roberto Alés, llamó al presidente y le comentó la posibilidad, pero el Comité Ejecutivo o la dirección deportiva tenían otra forma de pensar.
- ¿Se ve asumiendo un rol similar al de Serra Ferrer en el Betis?
- Ayudar, ayudar. ¿En qué? Ayudar. Creo que mi experiencia en 15 años, en cerca de 500 partidos, y conociendo las entrañas y las tripas de nuestro Sevilla y trasmitirlas, creo que puedo ayudar al club. No se me caen los anillos, porque disfruto metido en el fútbol y más en el Sevilla. Soy uno de los privilegiados junto con muy pocos entrenadores, Javi Clemente, Vicente del Bosque, Luis Aragonés, que hemos entrenado a nuestro equipo desde chiquitito. Ese plus hay que sacarlo, ese activo póngalo usted en el equipo, independientemente de cómo vaya. Hay personas, que son las que deciden, que por lo que sea no quieren que Joaquín esté ahí.
- ¿Habría vuelto de Catar si le hubieran llamado?
- Nadando. Y no soy un gran nadador.
- ¿Se ha mezclado su salida de Catar con la vacante en el Sevilla?
- No se han mezclado. Tenía claro hace dos o tres meses que me iba a venir, que tenía que asumir mi cláusula y la he pagado, pero no me he venido esperando a ver si me llamaban, ha dado la casualidad. Ojala hubiera sido. Creo y deseo que con los futbolistas que tiene hay que dar confianza al presidente, a la dirección deportiva, es el momento de estar juntos. Al final de temporada se hará un análisis, pero hay que ir al campo a apretar, fui con mis chavales al derbi, cantábamos los goles, cuando marcaba el Betis nos sentábamos para que no nos vieran, no hubiera una cámara… hay que ayudar a que el club consiga los objetivos, que tiene plantilla y es un club ya muy grande para ello.
- ¿Está convencido de que algún día volverá al Sevilla?
- Convencido no, una cosa es el deseo. No sé cómo está el tema accionarial, he leído sobre ello pero insisto que lo importante es la unión. Creo que puedo aportar cosas al Sevilla, pero no en una racha negativa, ojo que estoy completamente convencido de que este entrenador van a sacar al Sevilla de ella y tenemos que apretar. Creo que puedo aportar bastantes cosas a lo que es el club, con toda mi humildad. Nunca he sido prepotente.
- Pero buena parte de la afición siempre pide su vuelta…
- Es una alegría tremenda. Igual que digo que los del otro equipo cuando tienen un resultado positivo contra nosotros, que son pocas veces, también me agrada doblemente que la afición nuestra se acuerde de mí. Chavales jóvenes, voy por la calle y me piden una foto y eso me encanta, porque eran unos renacuajos cuando estaba en el Sevilla, y eso es porque su padre o su abuelo le han hablado de mi persona en el Sevilla. Eso me encanta. Los que sentimos este equipo, los que hemos vivido de chavalín y hemos tenido la suerte de estar en las tripas del club sentimos. Los sentimientos no se borran, independientemente de las situaciones que haya tenido una persona con otra, están por encima de cualquier acto o hecho de otras personas.

Los sentimientos no se borran, independientemente de las situaciones que haya tenido una persona con otra, están por encima de cualquier acto o hecho de otras personas.

- El Sevilla de Caparrós fue una denominación de origen.
- Éramos todos. Éramos un equipo. Desde que entró Roberto nos creó esa actitud de meternos, cuando llegó José María con su capacidad de apretarnos, queríamos esa exigencia, desde el sentido del sevillismo. Me agrada. También he oído que cuando le comentaban mi posibilidad decían que era volver al pasado, como si el pasado hubiera sido malo. Eso está en la historia, por mucho que quieran algunos eso no se puede borrar.
- ¿Pasan de moda los entrenadores?
- Todo en la vida pasa de moda. Al final, lo que es cierto es que todos los entrenadores tenemos que ir evolucionando. Soy mejor entrenador que hace cuatro años, que hace diez, porque he ido evolucionando. Hay que ver también la idiosincrasia de tu equipo y no querer cambiar radicalmente. Es una apuesta arriesgada, perfecto, pero tiene que dar resultados y esperemos que los dé. Hay que ver, con los dos entrenadores con el modelo distinto, a ahora que vine un entrenador al que hay que darle tiempo a ver qué modelo y qué perfil de futbolista tiene. El profesional tiene que ir reciclándose y evolucionando con los tiempos, pero somos un país dado a etiquetas y la tenemos que asumir.

El pasado más reciente y el futuro

- ¿Qué tal su experiencia en Catar?
- Toda experiencia es buena, siempre. Cojo siempre la parte que me puede ayudar a crecer. Dentro de cuatro años es el Mundial e iba con la idea de aportar cosas, pero es difícil. Allí tienen otra idea futbolística, no hay la pasión que tenemos aquí. Es un país en auge, que merece la pena visitar. El Mundial creo que va a ser un éxito. Pero a nivel profesional la verdad es que hay mucha diferencia. Por asuntos personales decidí pagar la cláusula y venirme para acá, estar aquí con mi familia, ver fútbol de alta competición y esperar a que surja un proyecto interesante. Proyecto en mayúsculas. Si sale, estoy deseoso de trabajar.
- ¿Fue ese escaso nivel el motivo de su marcha?
- Y por temas personales. Hay que disfrutar. Le comentaba a mis técnicos que ya no puedo desperdiciar cinco minutos. De estar con mi familia, con mi mujer… he pagado la cláusula. Dejo personas que me han aportado a nivel personal. Me he adaptado a la cultura de ellos pero el fútbol yo lo veo desde otro punto de vista.
- ¿Cree que tiene futuro ese modelo?
Allí no son profesionales quitando los que tú llevas de aquí. Prevalecen otros conceptos, sus estudios, sus trabajos… Es complicado cuando venimos de un nivel de profesionalidad incluso en Segunda División B o algún equipo de Tercera. Tienen un concepto de dedicación que allí no tienen. Es otra historia.
- ¿Cuál es el día a día de Caparrós ahora mismo?
Ahora estoy aterrizando. A nivel personal haciendo cosas, ayudando a mis chavales, con mi mujer… viendo fútbol. Me estoy hinchando a ver fútbol, quiero ver el máximo posible de todas las categorías. El otro día estuve en el derbi. Tengo mono y ganas de fútbol.