¿La peor fecha de la historia para una final de Copa?

De un tiempo a esta parte, la RFEF se ha empeñado en devaluar al máximo la Copa del Rey, especialmente su final, que cada año sufre variaciones con respecto a su formato y no iba a ser menos en la de 2018, que disputarán el Sevilla FC y el FC Barcelona finalmente el 21 de abril –Sábado de Feria- en el Wanda Metropolitano.

Esa fecha fue la fijada a principio de temporada, y da continuidad a la idea del ente federativo de que la gran fiesta del fútbol español, o al menos así lo llaman, se juegue en fin de semana para favorecer el desplazamiento de los aficionados de ambos equipos.
Sin embargo, el hecho de que este año haya Mundial ha apretado el calendario, y lo más curioso es que en ese fin de semana se disputa una jornada de Liga, aunque ninguno de los partidos se jugará el sábado. De este modo, los encuentros de la jornada 34 entre el Sevilla y el Real Madrid y entre el Barça y el Villarreal se aplazarán al 9 de mayo.
Aquí empieza el gran embrollo, pues en principio el Atlético de Madrid jugaría ese domingo ante el Real Betis en el mismo estadio que horas antes acogerá la finalísima. Los dos equipos no tienen problema en jugarlo ese día, pero el Sevilla ha pedido que el partido se aplace para que el derbi sevillano de la jornada 37, fijada para el fin de semana del 13 de mayo, se dispute con los dos equipos con el mismo descanso.
Además, ese partido no se podría jugar en lunes ya que el siguiente jueves hay partidos de las semifinales de la Europa League, competición en la que participa ahora el Atlético.
De hecho, los días 24 y 25 de abril se juegan las semifinales de la Liga de Campeones, y ahora mismo los dos finalistas siguen vivos en la máxima competición continental.
Pero hay más, y es que para colmo en los días anteriores a la final de la Copa del Rey hay una jornada liguera intersemanal, en la que el Sevilla visitará al Deportivo de La Coruña y el FC Barcelona al Celta de Vigo, siendo la semana anterior la vuelta de los cuartos de final de la Champions.
Así, si los dos equipos son capaces de pasar a las semifinales de la Liga de Campeones, tendrán que jugar todos los miércoles desde el parón liguero de Semana Santa hasta el fin de semana del 13 de mayo, fecha en la que se disputará el derbi sevillano en el Benito Villamarín.