Tan Nuestro y tan olvidado

En buena parte de España la primavera llega cuando la campaña de publicidad de algunos centros comerciales comienza a emitirse por televisión. En Valencia, por el contrario, llega irrefutablemente el día después de la Cremà. Ya con las Fallas en el retrovisor, y confiando en que, ahora sí, el ‘caloret’ llegue para quedarse, los valencianos pensamos ya en ‘clave callejera’. Como buenos representantes de la cultura Mediterránea, nuestra sociedad pasa buena parte de su vida al aire libre: terrazas, running por el río, bicicletas y un sinfín de actividades deportivas y de ocio llenan nuestra agenda hasta pasado el puente del 9 de octubre.

Sin embargo, tenemos un gran olvidado con el que solo contamos para paliar las altas temperaturas del agosto y que ofrece una privilegiada y más que asequible oportunidad de hacer deporte y pasarlo bien: nuestro mar Mediterráneo. El cliché de que los deportes náuticos son caros está pasado de moda y, sobre todo, es una auténtica falacia. No entraré a detallar la completa y atractiva oferta que tenemos a nuestro alcance solo en la provincia de Valencia, si no que hablaré de dos opciones a las que podemos ir andando, en transporte público o a menos de 10 minutos en coche como son La Marina Real Juan Carlos I o el Real Club Náutico de Valencia.
Te hablo por experiencia propia. No soy un gran aficionado a los deportes náuticos, simplemente he tenido la oportunidad, por motivos profesionales, de conocer de cerca lo cómo que resulta llegar con tu propio vehículo particular hasta la puerta de la Escuela Municipal de Vela de la Marina Real –perfectamente gestionada por la Federación de Vela de la Comunitat Valenciana-, bajar con la bolsa de deporte, cambiarme en los vestuarios y salir a navegar a vela durante dos horas por 15 euros. Luego, de vuelta a la ducha, te cambias y a la rutina diaria. Como ir al gimnasio. Por unos pocos euros más, otro día disfruté de mi primera experiencia practicando windsurf. Y, en otra ocasión, invité a Patricia a estrenarse conmigo en el Padel Surf por 9 euros por cabeza. Y todo ello a apenas diez minutos de casa, en nuestra propia ciudad, y con unas cómodas instalaciones al alcance de todos los públicos.

Begoño o Luis, unos auténticos cracks

En más de una ocasión he oído comentar a Begoña o Luis de la Escuela Municipal de Vela –unos auténticos cracks que saben cómo enseñarte y engancharte a la náutica- lo incomprensible de que nuestros colegios no cuenten con una “semana azul” donde los más pequeños se acerquen al mar, que forma parte de nuestra identidad y nuestra cultura. Antes, preferimos que exista una “semana blanca” donde se vayan a esquiar. Absolutamente incomprensible.
A nivel competitivo, no sabemos lo que nos estamos perdiendo si no nos acercamos al Real Club Náutico de Valencia. Olvídate de que no se puede entrar si no eres socio o pagas una cuota estratosférica. Eso es mentira. Tiene unas instalaciones espectaculares con una escuela del más alto nivel y, además, alberga continuamente competiciones con los mejores regatistas del mundo a las que se puede acceder sin problemas.
Y así podría extenderme líneas y líneas. No sabes lo divertido que resulta ponerse ese neopreno corto (al menos hasta que el agua esté un poco más calentita) y echarte al agua con cualquiera de las muchas modalidades que tenemos a nuestro tan cercano alcance. Tienes la sensación de estar de vacaciones, de haberte evadido durante semanas, cuando simplemente te has acercado a algo tan nuestro: el mar y el deporte.
Juan A. Pardo
Responsable Comunicación FDM