Reglas de juego y rendimiento

Todo profesional en su ámbito de trabajo debe ser conocedor de las reglas que rigen su desarrollo. Como se afirma desde el “derecho”, el desconocimiento de la norma, no exime de su cumplimiento.

Evidentemente el futbol y su actividad no es ajeno a ello, y todos los profesionales del fútbol, ya seamos entrenadores, jugadores, árbitros, aficionados e incluso periodistas, deben conocer las reglas del juego.
En otro nivel podemos encuadrar la aplicación de las normas, porque ahí entra en juego la interpretación que se presupone que debe de ser neutral y objetiva, en todas y cada una de las acciones del juego, que por circunstancias, en unos casos externas al juego, y en otras por incapacidad, no es la correcta.
Partimos de la idea de que todos somos personas y hay margen de error, síntoma de naturaleza humana, pero en ocasiones es difícil de entender como acciones que son evidentes a los ojos y sentidos de todos los presentes, derivan en una aplicación errónea del reglamento o interpretación descontextualizada de la norma en el juego, tomando decisiones que en ningún momento se corresponden con la realidad.

Los árbitros te dan y te quitan

Lo que si es palpable, es que la toma de decisiones por parte del arbitro en ocasiones te hace sumar y en otras te resta, pero hay que aceptarlo siempre con deportividad y talante.
Como entrenador, la mejor respuesta ante dicha situación, es tratar de corregir aspectos del juego, no dando pie a posibles condicionamientos en el resultado, por aspectos incontrolables a la gestión del propio grupo, tales como manifestar no solo superioridad en el juego, sino también evidentemente en el marcador para que en el caso de que exista una acción dudosa, y el arbitro la sancione, aprovechando la ventaja el rival para reducir distancias en el marcador o incluso superarte, poder ser capaz de sobreponerse y salir victorioso al final del encuentro.
Mirar hacia atrás te resta atención de lo realmente importante, que es el equipo, tus jugadores, y el rendimiento colectivo. Toda la concentración ha de ser destinada a sumar victorias y buen juego.
En ese tema, el Valencia CF, por ejemplo, ha ido creciendo exponencialmente a lo largo de toda la temporada, lo que ha valido para estar en fechas cercanas al final de temporada de la liga, cumpliendo objetivos y cerca de la clasificación para la próxima Liga de Campeones.

El Valencia, un equipo con gen competitivo

El Valencia CF, un equipo, que ha sufrido altibajos, en cuestiones de juego y resultados, siempre ha demostrado su capacidad competitiva. Y eso, o se tiene o no se tiene. Uno puede acercarse a dichos valores a través del entrenamiento, pero el compromiso del futbolista o el cuerpo técnico, o se demuestra o no hay excusas que lo amparen.
El equipo de Nuno, esta demostrando un alto nivel competitivo, que se le presupone que debe de tener el club, desde hace muchos años, y que ahora parece ser que llega tras la calma institucional.
Quizás no había demasiadas cosas que cambiar. Simplemente se necesita al igual que en el campo, momentos de pausa, para saber  que dirección coger o elegir, y cual no te interesa, marcando la pauta, y el ritmo que puede acercarte al nivel de juego y rendimiento que se fija antes de empezar a competir.
Los equipos grandes, demuestran personalidad en momentos difíciles, y el Valencia CF, lo esta haciendo, aguantando el empuje de equipos consolidados desde hace años, como Atlético de Madrid, y Sevilla, y siendo capaz de dejar huella y sello en campos difíciles como Camp Nou, donde en fechas anteriores el equipo no transmitía sensaciones de poder disputar de “tu a tu”, la jornada.
En este momento, el Valencia CF, tiene credibilidad y argumentos para salir con la cabeza bien alta de cualquier campo de España, unos días mejores y otros no tan buenos en cuanto al juego, pero siempre con la expectativa y opciones de poder sacar algo positivo, en el marcador final.
David Martínez
Entrenador de Fútbol