Lucas ya es historia del fútbol español.

Luis Enrique, Pellegrini, Benítez, Wenger, Ancelotti, Simeone, Klopp, Emery, Allegri, Markevych…la mayoría de los entrenadores más relevantes del fútbol europeo se dieron cita esta semana en Nyon, formando una foto de nivel en la que muy pocos tienen el privilegio de estar. Para cualquier amante del fútbol, haber podido estar ahí, escuchando en los corrillos, hubiera sido un sueño, pero eso quedó para los participantes, representantes de la élite entre la élite de los técnicos. Durante la temporada, ellos acapararán el 80% del tiempo y el espacio reservado a los entrenadores en los medios de comunicación de medio mundo (el otro 20% será para los ausentes Mourinho, Guardiola y Van Gaal) pero, la verdad, es que serán muchos más los profesionales que cada día se empeñen con las mismas gana e igual o más conocimientos en sacar sus equipos adelante.

Son precisamente ellos, los técnicos que viven a la sombra de los focos, los que cada día trabajan laboriosamente para mejorar sus equipos, para engrandecer un deporte y dignificar una profesión de riesgo, pues cuanto más bajamos en categorías, más fácil y barato resulta prescindir del entrenador de turno ante las primeras adversidades. Por eso, cuando un entrenador se mantiene en esa pelea ininterrumpida durante más de dos décadas, cuando antes de cumplir los 50 años es capaz de superar los 700 partidos oficiales dirigidos, creo que es justo destacarlo, pues no van a ser todo fotos junto a Platini.
Precisamente, el Levante puede presumir, aunque no sé si lo hace, de tener al frente de su plantilla al hacedor de un récord que veremos cuándo se supera. En el ranking de partidos dirigidos de Primera, Segunda y Segunda B, ¿saben quién es el entrenador en activo que está al frente? Sí, Lucas Alcaraz, que antes de cumplir los 50 es el noveno en esta clasificación histórica con 669 encuentros ligueros en su haber, el único que está ejerciendo ahora mismo. Si a ellos sumamos los duelos de Copa, su breve aventura en el Aris de Salónica y hasta una temporada en Tercera, los números de Lucas se disparan hasta el punto de, por lo menos, ser un ejemplo para los que empiezan su etapa en los banquillos. Respect.
En esta clasificación, el primero de la lista es uno de los grandes, Don Luis Aragonés, que elevó a 799 los partidos ligueros dirigidos en las tres principales categorías. Tras él, el top five lo completan Roque Olsen (792), Manuel Villanova (761), Javier Irureta (732) y un exgranota como Txutxi Aranguren (731). En el ranking total, Lucas es el noveno con más partidos, pero el único que actualmente está entrenando. Con el empate en Las Palmas del pasado domingo, el técnico levantinista superó los 668 encuentros que tiene Lotina (décimo en la clasificación) y por detrás de ellos queda Joaquín Caparrós (657). Eso sí, Alcaraz ha conseguido estar por delante siendo 12 años más joven que Caparrós y nueve que Lotina por lo que, cuando llegue a su edad, cabe pensar que sus cifras estarán muy por encima. Casi nada.
Mirando a largo plazo, ¿podrá Lucas alcanzar la cifra de 800 partidos ligueros que nadie ha conseguido? Luis se quedó a sólo uno y su última experiencia en un banquillo de club español fue en 2004 con el Mallorca cuando tenía 65 años. No habiendo cumplido aún los 50 Lucas, no es descabellado pensar que esté al menos una década más ejerciendo doctrina, por lo que este récord lo tendría al alcance. La historia del fútbol se va escribiendo en banquillos de bronce y plata, aunque sólo brillen los de oro y acaparen portadas los de diamantes.
Para poner en valor lo que Alcaraz está consiguiendo, cabe señalar algún dato más. Por ejemplo, el segundo entrenador ahora mismo en activo en España con más partidos dirigidos es Carlos Terrazas (Mirandés) que en el puesto 18 acumula 583 apariciones. Dos puestos más abajo encontramos a Gonzalo Arconada (563 partidos) actual entrenador del Real Jaén, precisamente el club en el que empezó Lucas a hacer sus pinitos en las categorías inferiores. Los dos son mayores que el preparador granota, quedando claro que, con 49 años, estar en las cifras de Alcaraz es tan complicado que nadie más en nuestro país lo ha conseguido.
Entre los técnicos de Primera, el primero que aparece en esta tabla es Pepe Mel, pero muy lejos, ya en el puesto 36, con 484 partidos, casi 200 menos que Lucas y eso que es cuatro años mayor. El villarrealense Marcelino suma 449 y ocupa el puesto 48. Para encontrar un entrenador más joven que Lucas en esta clasificación hay que irse al puesto 57 donde otro ex levantinista, José Luis Oltra (Córdoba) suma 418 partidos, 250 menos que Lucas y se llevan sólo tres años en el DNI.
Sus detractores recordarán que, para qué sirven tantos partidos si no hay títulos que festejar. Eso sí, repetidos ascensos de categoría (también descensos), salvaciones milagrosas, permanencias tranquilas o una final de Copa con el Recreativo de Huelva pueden tener más valor que conseguir títulos en clubes top. Para mí lo tiene, aunque para ello entiendo que hay que criarse futbolísticamente mamando mucha Segunda B, viendo la Segunda A como un sueño complicadísimo y la Primera…bueno, la Primera sólo era una utopía que un día Manolo Preciado se empeñó en convertirnos en realidad.

No es un técnico de etapas largas

Repasando su trayectoria, no es Lucas un técnico de largas etapas en los clubes. Su semblante serio y su carácter frío no le han granjeado simpatía entre sus aficiones, quizás sea ése su gran hándicap para haber logrado más reconocimiento del vestuario hacia fuera. Eso sí, que nadie se engañe, es imposible encadenar dos décadas en los banquillos sin ser un crack del vestuario hacia dentro. En un mundo tan cerrado como el fútbol, en el que todo se sabe rápido, en el que los jugadores cambian de equipo y se llevan con ellos su información sobre compañeros y técnicos o, directamente, pasan a ser directores deportivos, sería imposible llevar los números de Lucas si sus futbolistas no hablaran bien de él, de sus métodos, de su capacidad de trabajo, de su facilidad para adaptarse al medio, de su lectura de los partidos, de ser justo con el profesional… todo lo que repetidamente han buscado aquellos que toman la decisión de firmar un entrenador, normalmente cuando las cosas le van mal. Alcaraz quedó encasillado como un técnico ideal para salvar equipos amenazados por el descenso o, en Segunda, para plantillas que buscan un ascenso. Con estos objetivos, nunca saldrá en la foto de Nyon, pero seguirá haciendo historia.
Para otro día quedará hablar de la cara b de la vida del entrenador, que como en el caso de Lucas mueve a su familia con él. No es fácil cambiar muchas veces de casa, de colegio, de línea educativa, de vecinos… con lo que cuesta en la vida hacer amigos, imaginen cómo debe ser intentarlo cuando casi cada año toca cambiar de ciudad. Es cierto que el fútbol está muy bien pagado, pero más para los de la foto de Nyon que para el protagonista de estas líneas. Y en la vida, no todo lo compensa el dinero. Por ello, cuando Lucas salga a su rectángulo ante el Sevilla, recuerden que ese señor con el que no siempre compartimos alineaciones y cambios, irá ya por su partido liguero número 670 y que no hay nadie más en nuestro país ejerciendo esa profesión que lo supere.
Miguel Ángel Vara
Periodista