A sus pies, señor Martín-Bejarano

Fue un trinque. Una operación sospechosa. Un tío que llevaba varias semanas a la bartola en las playas de Cádiz como solución a un equipo en crisis. Venía, además, de jugar unos meses en el todopoderoso Colorado Rapids en Estados Unidos. Nivelazo, vamos. Y para rematar la jugada: su agente (Rafita) es el mismo que el entrenador. Los palos caían como panes directos a la cabeza del director deportivo, que frenó la operación unos días sólo para despistar al personal, rematarla pasado el chaparrón y consumar el atraco como si nada. Pues bien: pareció un trinque, pero, en realidad, no lo fue. El desconocido José María Martín-Bejarano llegó fuera de forma, es verdad, pero se ha convertido en un jugador bastante provechoso para el entrenador y también para el director deportivo, que tiene un lema incontestable: “A mí me da igual la alineación que ponga el entrenador. Nunca la pregunto porque todos los jugadores los he fichado yo. Cualquiera que ponga es mío”. El empuje de José Mari en algunos partidos, como en Getafe o Almería, ha sido clave y el chaval ha merecido más de un gol con sus intentos desde fuera del área. Hasta fue el único en mostrar algo de agallas en el dramático derbi de Mestalla.
Más fácil era acertar con Ramis y Uche, pero Manolo Salvador también lo hizo. Y es que tenía pinta este Levante que con lo que Alcaraz contaba no le iba a bastar para conseguir la permanencia y los fichajes de invierno han sido claves para que este equipo esté con pie y tres cuartos en Primera división. Porque está  salvado y al final ha costado menos de lo previsto. Ya ha sufrido bastante durante toda la temporada como para tener que esperar al último día de curso. El desgaste en lo personal de esta temporada es poco cuantificable para aquellos que mandan.
Todavía le quedan al presidente, eso sí, algunos marrones que comerse de aquí al día de las elecciones. Lo de David Barral, por ejemplo, es difícil de explicar si acaba en el Málaga los dos próximos años como todo indica. Barral, a esta hora, ha metido tres goles más que el año pasado pero también ha jugado más partidos. Digo esto porque el rendimiento estrictamente deportivo es muy parecido al del curso pasado y Manolo tenía decidido hace tiempo que no quería renovarle porque piensa que su ciclo en el Levante ya ha acabado. Barral también dijo este martes que era ya demasiado tarde para renovar en Valencia. Así que el caso está visto para sentencia, aunque movimientos de cara a la galería habrá fijo. Mis filtraciones…   
Pedro Zamora
Cadena COPE